La firma de ropa
de la catalana crece gracias a su innovador modelo de negocio, tiendas sin
stock y financiación a través de plataformas crowdfounding
Inés Arroyo siempre ha ido un paso por
delante en el universo digital. Fue una de las primeras influencers catalanas
en despuntar en redes sociales y hacer el necesario salto del blog a Instagram.
Hace dos años se lanzó sin red de seguridad al mundo empresarial para crear su
propia firma de ropa: Laagam. Tal y como hizo en el panorama de las redes
sociales, la influencer se avanza ahora en la puesta en marcha de un
nuevo e innovador modelo de negocio con sede en Barcelona.
“El producto es muy importante pero al final
es como una commodity (bienes básicos) y mi objetivo es crear una
marca muy grande alrededor de unos diseños fuertes, arraigados a unos valores y
con una producción local”, explica la fundadora de Laagam.
Una producción ética y
localizada en su totalidad en tierras catalanas es uno de los principales
valores de la firma. En el centro se encuentra la mujer y toda la filosofía, y
esencia, de marca gira entorno a ella. “Laagam incita a las mujeres a comerse
el mundo. El término es masculino y de origen sueco -lagom- y significa ni
mucho ni poco. Pero pusimos la palabra en su forma femenina porque es una firma
para mujeres, enfocada totalmente a su empoderamiento”, asegura Arroyo. Añade
que las prendas que ofrece transmiten ese carácter fuerte, arriesgado pero sin
dejar de ser práctico que abandera la mujer de hoy.
Más allá de la personalidad
de marca, lo más innovador del proyecto de esta emprendedora de 24 años es el
concepto de su tienda, basado en las guide store. El modelo ya lo han
apadrinado antes firmas como Zara, en Londres, la estadounidense Warby
Parker y Reformation. Ahora llega a España de la mano de Laagam, que
se convierte en uno de los primeros comercios nacionales en apostar por este
modelo, basado en tiendas que trabajan sin stock y que son un híbrido entre el
local físico y el digital.
La tienda está cerrada
cuatro días a la semana y solo abre de jueves a sábado, en el caso de
Barcelona, y hasta el domingo en Madrid, por lo que concentran su actividad
durante las jornadas habituales de compra. El resto de días de la semana sus
productos están disponibles en la tienda online y de esta manera reduce
fácilmente sus gastos.
“La clave de una guide
store es crear esa experiencia emocional alrededor de la compra y de la
marca. En nuestras dos tiendas buscamos que se respire algo más allá del
producto. El personal en tienda es profesional de estilismo y asesora a la
clienta -hace el fitting, le explica como combinar la prenda- y, si
finalmente decide quedársela, se cogen sus datos y se envía la compra a las 48
horas”, explica Arroyo, quien considera que todos estos factores favorecen a la
creación de un trato más personalizado, en la actualidad un valor esencial para
el cliente.
Laagam cuenta con prendas de todo tipo,
pensadas para crear tanto looks de oficina como de calle. Todos los
diseños, los tejidos escogidos y los accesorios, defienden un principio básico: “Buy
better, wear more” (En español ‘Compra mejor, lleva más’). Porque más allá
del modelo de negocio, Laagam busca enseñar a sus clientas una forma más ética
y responsable de consumo.
La joven empresaria señala que lo que busca
la marca es “educar en la manera de consumir moda, es decir, no gastar tanto en
cinco camisetas de una firma low cost y comprar una de mejor calidad
y que dure mucho más tiempo”.
“Una camisa puede costar 70 euros y al
principio alguna clienta me decía ‘es muy cara, no me lo puedo permitir’, sin
embargo con el tiempo y tras comprender la filosofía que hay detrás de la
firma, esas mismas chicas han acabado consumiendo Laagam”, resuelve.
Bajo este principio, la
firma ha lanzado este mes su último micro proyecto. Se trata de un bolso multi
posiciones hecho con piel vegana, concretamente de uva, que integra en su
diseño un dispositivo de localización y un cargador portátil. Por su forma y su
carácter como wearable - tecnología para llevar- el accesorio quiere
posicionarse como “el bolso para los millennials”.
El proyecto se ha lanzado a
través de Kickstarter, una plataforma de crowdfunding muy
conocida en Estados Unidos pero todavía madurando en el mercado europeo. A
través de este trampolín, y en pocas semanas, el proyecto para producir el
bolso cuenta a fecha de hoy con 23.121 euros de financiación.
Bajo la atenta mirada de la
generación millennial, y por qué no también la ‘Y’, se dibujan en la industria
nuevas maneras de comprar, de producir y de salir al mercado. El sector se
enfrenta a nuevos paradigmas y necesidades. ¿Qué pasará con el modelo
tradicional, convivirán ambos tipos de comercio o, por el contrario, uno
engullirá al otro? Habrá que esperar un tiempo para ver si estos locales con
tintas futuristas son realmente el futuro.
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