Gilberto
Calzolari, premio al mejor talento emergente concedido por The Bicester Village
Shopping Collection
Ahora todos
saben de él. Porque en la reciente celebración de la moda sostenible en que
Suzy Menkes recibió el premio Visionario y Sinéad Burke fue honrada por su
apoyo a la diversidad de la industria, su nombre, Gilberto Calzolari, se
destacó para siempre como uno de los más prometedores de entre los diseñadores
emergentes. Consiguió el Franca Sozzani Green Carpet Challenge (concedido
por The Bicester Village Shopping Collection) que fue entregado el pasado 23 de
septiembre en Milán durante la gala de los Green Carpet Fashion Awards. La
iniciativa de Eco-Age y la Camera Nazionale della Moda Italiana, que impulsa
los valores sostenibles en la moda para descubrir nuevos talentos, le premió
por su llamativo vestido de puro reciclaje perteneciente a su última colección.
Un alta costura hecho con bolsas de yute.
Si su entrada en
el olimpo de los diseñadores es reciente, la vinculación con la moda de
Gilberto Calzolari viene de lejos. Nacido y criado en Milán, hijo de un
vendedor de telas y gerente de boutiques de alta gama, ha respirado la moda
desde la infancia. Y se ha sentido especialmente cautivado desde siempre por la
pasarela de los años dorados del prêt-à-porter italiano.
Graduado en la
Academia de Bellas Artes de Brera, protagonizó un ascenso fulgurante en la
industria de la moda trabajando para algunas de las marcas italianas de lujo
más prestigiosas. Su talento le convirtió muy pronto en un diseñador senior
fuertemente inclinado por vestidos con mucho flow, de modo que las piezas que
creó para esas marcas aparecieron en las portadas de las principales revistas
de moda. Y en los actos más importantes de la pasarela y la alfombra roja.
El éxito le
empujó a volar en solitario. Así, en el 2015, Calzolari decidió crear su propia
marca y registrarla. El logotipo, dos hojas de ginkgo entrelazadas alrededor de
las iniciales GC, que combina elementos japoneses con un emblema inspirado en
el art nouveau, es toda una declaración de intenciones: la suya es una marca
arraigada en la tradición milanesa del lujo pero que bebe de diversas
sugerencias. Consigue una estética contemporánea caracterizada por la mezcla de
opuestos que gustó desde el primer día. Hasta el punto de que a los meses de la
creación de su marca, un vestido exclusivo confeccionado para Laura Pausini
acaparó la portada de Vanity Fair Italy.
Su primera
colección cápsula FW 2017-18, titulada My Arctic Heart, se presentó durante la
semana de la moda de Milán en un acto especial llamado Next Trend que gustó. Y,
lo más importante, consiguió el patrocinio (que en la moda independiente suele
ser determinante) de Banca Intesa Sanpaolo en asociación con la Cámara Nacional
de la Moda Italiana.
Tras
presentar Exotica y 2046, ahora llega su colección para el
próximo verano titulada Une partie de campagne.
Es la que
incluye este vestido especial que fue seleccionado para competir (y ganar) en
la competición para los diseñadores tan talentosos como comprometidos con la
sostenibilidad.
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