The Peter’s Brand denuncia que
los periodos de rebajas continuos empobrecen a la industria e incitan a la
explotación
Este es Peter. Es un joven
originario de Barcelona, con tatuajes, barba y una prominente cabellera
castaña. Su historia comienza cuando decide dejar la ruidosa e incesante ciudad
para vivir de otra manera en una isla desierta. Aunque su relato bien podría
ser cierto, Peter es en realidad una invención del grupo de creativos y
diseñadores que está detrás de una marca catalana de calzoncillos.
The Peter’s Brand, una firma
local especializada en ropa interior masculina, busca a través de este
personaje crear una marca distinta a las demás y aunque el joven bohemio con
nombre anglosajón no es real, sus valores sí lo son y están muy presentes en la
esencia de la joven firma, que busca promover el consumo responsable y
reivindicar una industria más sostenible.
¿Y cómo luchar contra una
industria entera que promueve los valores contrarios? Ellos apuestan por una
revolución que empieza en las calles y dice “no” al Viernes Negro. “No seguimos
los periodos de rebajas y nos posicionamos en contra del Black Friday”, asegura
a La Vanguardia el jefe de operaciones de The Peter’s Brand,
Norbert Vallsmadella. Él, junto a los otros dos socios fundadores, Xavier
Olaechea y Eduard Catalán, denuncian que el día de descuentos de tradición
estadounidense “va en contra de la calidad, de la producción en condiciones
justas, del diseño y sobre todo de la creatividad.”
Lejos de quedarse con los
brazos cruzados, el trío de emprendedores ha trasnochado este jueves para
llenar la ciudad de publicidad anti Black Friday. Los carteles, que pueden
encontrarse en las principales arterias de Barcelona, rezan un lema sencillo
pero contundente: “Fuck Black Friday”, que se ilustra con la imagen de un
desafiante Peter, embajador de la marca por excelencia y a partir de hoy
símbolo revolucionario contra los descuentos desenfrenados que plantea el sector.
“El problema es que lo que
funciona en este mercado son los descuentos. Hemos acostumbrado al público a
precios muy bajos y a la falta de calidad y ahora el cliente asocia el mundo
online con los descuentos continuos”, explica Vallsmadella, que añade que esta
actitud generalizada provoca una paralización del consumo durante todo el año
porque el cliente espera a los días de descuento y, por tanto, se obliga a las
tiendas a pasar por estas rebajas.
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