La firma reabre en Paseo de
Gracia con un diseño más luminoso y cohesionando en la misma sus tres
colecciones
En el número 32 de Paseo
de Gracia se abre una ventana al futuro de Adolfo Dominguez. El
espacio, re inaugurado este miércoles noche, se presenta como
una flagship, una tienda de grandes dimensiones que se bautiza como ‘buque
insignia’ de la compañía. De hecho, la misma palabra es un anglicismo del
término.
“La localización (de la nueva
tienda) es perfecta para lo que es Barcelona, una ciudad de categoría
mundial en el sector textil. El diseño de la tienda y la organización de las
colecciones es nuevo y en ella se pueden encontrar las tres líneas de Adolfo
Dominguez”, Tiziana Dominguez, diseñadora de
la línea de mujer de la firma e hija del fundador de la compañía. “Es el
nuevo Adolfo Dominguez, una marca más cohesionada y más precisa”, detalla.
La hija menor del diseñador ha
sido la anfitriona de esta reapertura, donde se han congregado cerca de 200
personas relacionadas con el mundo de la moda, el arte y el diseño. En la
entrada, un grupo de gaiteros ha dado la bienvenida a los invitados aunque la
música de la fiesta ha corrido a cargo de Phun, el joven dúo de Djs predilecto
de la industria, así como también de los eventos más exclusivos de la ciudad.
Toda esta galantería responde
a un objetivo muy específico: conectar con el consumidor. Tiziana, como esta
nueva concept store, representa el mañana de una firma tradicional y de
toda la vida como Adolfo Dominguez. Sin embargo, la diseñadora de 32 años tiene
claro que aunque el avanzar es inevitable nunca hay que dar la espalda al
pasado histórico de la casa.
“En Adolfo Domínguez tenemos
un atelier interno que es muy poco común: tenemos patronistas con
décadas de experiencia, drapeamos todo a mano, hacemos patrones desde cero y
costureras de toda la vida que hacen los prototipos. No es algo habitual en la
industria actual y cuando tu te pruebas las prendas notas la diferencia”,
explica sentada junto a la colección masculina de la firma y los probadores de
la nueva tienda. Esta tradición artesanal, junto a la sostenibilidad de tejidos
y el nuevo modelo de tienda constituyen los valores de la firma, aquellos
pilares con los que el consumidor se puede identificar.
Porque no olvidemos los retos
que el nuevo panorama del sector ha traído a las casas de moda más
tradicionales. Las nuevas tecnologías, el ‘boom’ de tiendas online o la
industria low cost haciéndose cada vez más y más competitiva fuerzan
a las firmas de alta gama a encontrar su lugar más cerca del consumidor y cada
vez más lejos de la idea aspiracional que tantos años ha querido proyectar el
lujo.
Entre estos valores se
integran las flagship store, tiendas amplias con mucha luminosidad, montadas en
edificios emblemáticos de la ciudad y con el alma de la firma brotando desde
cualquiera de sus esquinas. En este sentido, la colección también busca esa conexión:
“Nosotros intentamos ofrecer una experiencia lo más sencilla posible para el
cliente, en el que le hacemos productos atemporales, ciertas prendas son
tendencias y otras piezas son simplemente clásicos. Además ofrecemos una opción
vegana de alta calidad y creemos que eso está estrechamente vinculado con
nuestros valores”, puntualiza Tiziana y pone como ejemplo la última campaña de
Adolfo Dominguez, Se más viejo, que habla sobre los valores que se van
adquiriendo a medida que creces.
Esta nueva estrategia, y su
relación inherente al crecimiento de las flagship, está más asentada de lo que
parece. A ella se han sumado en los últimos años marcas
como Asics, Etnia, Pronovias y Javier Simorra, todas
con su “buque insignia” en Barcelona. Ahora ha sido el turno de Adolfo
Dominguez y el próximo 29 de noviembre se unirá a todas ellas Muji, que
construye su primera flagship de Europa en la capital catalana. Esta
lista en continuo crecimiento evidencia que el futuro de la moda de alta gama
pasa por la edificación de flagships y, del lugar escogido se desprende
que Barcelona es y será en el futuro un punto clave para la industria
textil a nivel mundial.
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