La novia de Brooklyn Beckham
apunta a convertirse en icono de estilo
La industria del
lujo se está preparando para un nuevo cambio. La irrupción de
los millennials y la generación Z, considerados como el nuevo público
potencial, ha provocado que las firmas de la alta gama redirijan sus
estrategias para conquistar a este grupo de jóvenes. Se estima que, en los
próximos años, el target habitual de los productos de lujo se substituya por
una nueva generación que, además de ser los clientes que más dinero
gastarán de la historia, presentan necesidades e inquietudes distintas
a las actuales.
Durante la celebración de la
última edición de los British Fashion Awards, en los que se reconoció el
trabajo de diseñadores como Virgil Abloh o Clare Waight Keller, ya se constató
el cambio con el premio a modelo del año para la joven Kaia Gerber. Más allá de
los galardones, la aparición de Brooklyn Beckham con su nueva
novia captó la atención de los medios. Tras su ruptura con Chloë Moretz,
el primogénito de los Beckham ha hecho oficial su relación con la modelo Hana
Cross, una joven con un estilo que demuestra cómo será el nuevo cliente para
las firmas de lujo.
Con tan solo 19 años, Cross ha
construido su propio camino dentro de la industria mediante su participación en
numerosas campañas de moda para Topshop y Asos. Más allá de su profesión,
la modelo apunta a convertirse en uno de los nuevos iconos de
referencia gracias a su personal estilo de vestir que difunde a través de las
redes sociales. Cross reúne más de 20 mil seguidores en Instagram, la
plataforma líder para los millennials y la generación Z donde comparte sus
looks formados por prendas de las mejores marcas del mundo además de
un estilo de vida repleto de viajes.
El estilo de Cross es un claro
ejemplo de cómo esta generación se ha apoderado de la industria del lujo,
convirtiendo la tradición en un nuevo canon. Uno de los grandes retos para
las firmas ha sido conseguir adaptar diseños clásicos al estilo de vestir
de un cliente radicalmente distinto a lo que se había visto antes. Sin embargo,
la reedición de las prendas más icónicas ha permitido que jóvenes
como Cross incorporen a sus looks el popular estampado de tartán de Burberry,
creado en 1920, o vistan con las propuestas de Fendi, gracias a su colaboración
con la marca deportiva fila.
La creación del fenómeno
fan en el mundo de la moda ha permitido que muchas firmas se conviertan en
referente para sus nuevos clientes. Mediante el lanzamiento de productos
virales, la fuerte apuesta por la logomanía o la presentación de una imagen de
marca renovada ha provocado que infinidad de jóvenes muestren en sus redes
sociales estilismos como los de Cross, protagonizados por lasTriple S de
Balenciaga o complementados mediante un cinturón con el logo ‘’GG
Marmont’’ de Gucci
Otra de las claves que ha
permitido a las firmas conquistar un nuevo público ha sido la irrupción de la
moda de los años 80 y 90 que conlleva la aparición de prendas
vintage y la veneración por los diseñadores líderes de aquella época.
Entre las tendencias más destacadas de las últimas temporadas, Cross se ha
apoderado de los estampados de cuadros y animal print, las gafas de estilo
retro además de decantarse por un calzado que se mueve entre botas militares,
como las Dr Martens, o las populares ugly shoes. El estilo de la modelo mezcla
básicos, como pantalones vaqueros de corte recto o tops monocromáticos, con una
estética deportiva a través de sudaderas con colores saturados y tonalidades
neón.
Si en la década de los
90 Gianni Versace revolucionó la feminidad y la sensualidad con la
creación del concepto de las top models de la mano de Naomi Campbell, Claudia
Schiffer o Helena Christensen, actualmente el cambio viene de la mano de
jóvenes como Hana Cross, que han redefinido la estética propia del
lujo. Los millennials ya no se conforman con el diseño de moda existente sino
que buscan experimentar con nuevos patrones y combinaciones para crear un nuevo
código de vestimenta.
Los cambios en la industria no
solo reflejan nuevas tendencias o propuestas en el diseño sino que demuestra
un cambio social. Para aprovechar esta transformación, las firmas ya han
empezado a incorporar en sus campañas a los nuevos rostros que protagonizan el
cambio. Se trata de los hijos de artistas y celebridades que marcaron
el espíritu de una época como Zoë Kravitz y Dylan Brosnan para Saint Laurent,
Lily-Rose Depp en Chanel o Georgia May Jagger que ha desfilado para grandes
marcas como Miu Miu o Versace.
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