El valioso legado que ha dejado la editora que abrió al mundo las páginas de Vogue


Simpson creó algunas de las imágenes más icónicas de la época


En 2012 apareció el documental In Vogue: The Editor’s Eye en el que se mostró el trabajo que había detrás de algunas de las mejores y más icónicas imágenes de la revista Vogue durante sus más de 100 años de vida. Entre las distintas voces que narraban el filme, se entrevistó a Babs Simpson que compartió algunos momentos destacados de su carrera como editora de la edición americana de la revista, desde su reunión con Ernest Hemingway hasta las imágenes de Marylin Monroe pasando por los infinitos viajes alrededor del mundo donde creaba paralelismos entre la moda, las tendencias y el propio entorno.
A principios de esta semana, los medios especializados aseguraron que Simpson habría fallecido a los 105 años de edad. La muerte de una de las mejores editoras de moda que trabajó para distintas cabeceras importantes del sector, ha servido para analizar el valioso legado que Simpson ha dejado tras sus dos décadas como editora en Vogue, entre otros nombres, y donde se dedicó a capturar actitud,elegancia y sofisticación a través de las sesiones de fotos que protagonizó junto a fotógrafos de renombre en su época.
Actualmente parece que la historia de Vogue la ha escrito Anna Wintour. La actual directora de la publicación ha conseguido convertirse en un referente para la revista en particular y el mundo de la moda en general. Su alcance e influencia es tan grande que cualquier seguidor de la actualidad asocia el corte bob y las gafas de sol con la figura de una de las mujeres más poderosas para la moda. Pero lo cierto es que antes de la era Wintour existió un grupo de mujeres como Simpson que, junto al trabajo de otros nombres como el de Diana Vreeland, crearon uno de los templos de moda más venerado por los lectores y hasta por los propios diseñadores y firmas.
Durante sus primeros años de vida, Simpson viajó junto a sus padres por distintos países y continentes hasta que se instalaron en Boston, Estados Unidos. Ya desde pequeña creció rodeada de cámaras y estilo gracias al contacto de la madre con fotógrafos y grupos de artistas que ayudaron a Simpson a crear su propia concepción sobre la moda. Tras aventurarse en el sector colaborando con distintas publicaciones como Harper’s Bazaar, finalmente aterrizó en Vogue como editora de moda y donde pudo desarrollar una carrera de la mano del nacimiento de nuevos movimientos y corrientes, como el New Look de Christian Dior, o saborear la aparición de nuevas estéticas.
Cada uno de los pilares fundamentales para la moda tiene su personal forma de presentarse al mundo, y en el caso de Simpson, la editora siempre se mostró firme con sus trajes de colores neutroscomo el negro además de sus icónicos collares de perlas. Y fue precisamente ese estilo el que quiso plasmar en las imágenes que creó junto al trabajo de fotógrafos como Irving Penn. Tal y como asegura en el documental, Simpson proyectaba su visión sobre las prendas contextualizadas en una situación y con el objetivo detransmitir sensaciones. Para ello, su trabajo consistía en trasladar sus ideas al fotógrafo, que era el encargado de disparar en el momento preciso para conseguir el resultado deseado.
A pesar de que no quería dejar ningún legado, la industria de la moda actual se ha nutrido de las aportaciones de figuras como la de Simpson que establecieron las bases para crear y conceptualizar undiálogo entre la moda y la fotografía. Como editora de moda entre la década de los 50 y los 70, Simpson tuvo que enfrentarse a las normas sociales y romper con los esquemas y tabúes para abrir el mundo a un nuevo contexto.

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