Crece la industria polaca de no-tejidos, por Freedonia


Según Matt Breuer, de Freedonia, “la industria polaca de no-tejidos crece en un mercado cada vez más globalizado”.


Matt Breuer -analista en Freedonia, grupo internacional de investigación empresarial- ha analizado la industria polaca de tejidos no tejidos. Exponemos a continuación los resultados de su investigación:
A juzgar por el tamaño del país y por su proximidad con Alemania y otros mercados potentes y maduros, podríamos pensar que la industria polaca de tejidos no tejidos carece de importancia internacional. Sin embargo, la demanda de este tipo de productos en Polonia es comparable a la de países más desarrollados como Italia o el Reino Unido. Además, se espera que el mercado crezca a una tasa superior al 3,2% anual hasta 2022.

Las causas del éxito
Según Matt Breuer el éxito se debe a una combinación de factores. Entre estos, el analista destaca los siguientes:
  • Una economía en constante expansión.
  • Una amplia base de consumidores domésticos.

La evolución positiva del país se manifestó en octubre de 2018 cuando el Financial Times y la Bolsa de Valores de Londres elevaron la calificación crediticia de Polonia al estado de desarrollo (calificación FTSE). Esta recalificación convirtió a Polonia en el primer estado post-soviético en recibir dicha distinción.

Mercado nacional y exportaciones
Si bien es cierto que los consumidores polacos han aumentado el consumo de productos que contienen tejidos no tejidos (sobe todo artículos de higiene personal y toallitas), el crecimiento de la industria de sebe fundamentalmente a las exportaciones.
Polonia exporta grandes volúmenes de productos de higiene personal (pañales infantiles, productos de higiene femenina, para la incontinencia para adultos, toallitas, etc.). La mayor parte de las ventas van a:

Austria
Republica checa
Alemania
Rumania
Rusia
Ucrania

Inversiones internacionales
Así pues, podemos afirmar que la globalización del mercado es una realidad que beneficia a la industria polaca de los materiales no tejidos. De hecho, el país presenta muy buenas perspectivas de futuro, que atraen grandes inversiones internacionales.
De hecho, los principales productores mundiales de productos de higiene personal de uso final han invertido significativamente en Polonia. Entre estos:
  • P&G opera una planta en Varsovia en la que se producen 1.000 pañales Pampers por minuto y abastece a 37 mercados nacionales.
  • Ontex invirtió 40 millones de euros en la construcción de una nueva planta de producción en Radomsko. Lo hizo con el objetivo de complementar su oficina de ventas en Varsovia. Se esperaba que las nuevas instalaciones comenzaran a fabricar productos de higiene personal a fines de 2018 y que estuvieran en pleno funcionamiento en 2020.
  • En Polonia también se encuentra TZMO, el mayor fabricante local de productos de higiene personal, toallitas y suministros médicos/quirúrgicos. La compañía no solo tiene un importante peso en Polonia, sino también en Rusia y Alemania. Además, actualmente está trabajando para penetrar en el mercado de los Estados Unidos y en la India.

Otros productores polacos de no tejidos son Hygienika Dystrybucja, que produce artículos de higiene personal y toallitas; y EcoWipes, fabricante de toallitas que recientemente instaló una nueva línea de producción de spunlace.

Producción de calidad a bajo coste
Como indica su calificación FTSE -recientemente mejorada- Polonia se encuentra en un estado de transición económica. Su naturaleza le aporta dos beneficios simúlatenos.
  • Por una parte tienen los bajos costes laborales y de producción de un mercado en desarrollo.
  • Y, por otra parte, la calidad está garantizada; una característica vinculada a las naciones desarrolladas.

En consecuencia, los productores polacos de no tejidos pueden competir eficazmente gracias a su gran calidad a precios ajustados.

Prosperidad a la vuelta de la esquina
Sin embargo, a medida que la economía de Polonia se desarrolle, los costes laborales probablemente aumentarán y, con ellos, también lo harán los gastos de producción. De hecho, el gobierno polaco ha propuesto aumentar el salario mínimo en un 7% en 2019; una acción que podría obstaculizar un poco el crecimiento.
Además, independientemente de estos factores, se espera que los avances en el mercado polaco de tejidos no tejidos hasta 2022 se desaceleren considerablemente en comparación con la década anterior. Este cambio de tendencia se debería a la llegada del marcado a su etapa de madurez.

Déficit comercial
Si bien el mercado polaco de productos de uso final no tejidos ya está bastante consolidado, el país mantiene un déficit comercial de materiales no tejidos. En cifras concretas, hablamos de casi 100.000 toneladas en 2017.
Esta realidad refleja que, a pesar del crecimiento que ha experimentado la industria de productos acabados en las dos últimas décadas, los no tejidos todavía no se han puesto al día. Esto hace que muchos fabricantes de productos de uso final dependan de los materiales importados para satisfacer las necesidades de producción.
Si bien muchas de estas importaciones provienen de países vecinos como Alemania, la República Checa y Suecia, los volúmenes significativos se envían desde lugares más remotos. Entre estos últimos destacan China, Francia e Italia; países más lejanos que generan mayores costes asociados al transporte (que a menudo intentan compensarte en perjuicio de la calidad).

De desafíos a oportunidades
Por lo tanto, el déficit comercial presenta una oportunidad para que los fabricantes de tejidos no tejidos construyan nuevas líneas de producto en Polonia. Y es que, las compañías nacionales de productos de uso final exigen una gran disponibilidad de tejidos no tejidos de bajo costo y alta calidad. Además, el acceso de Polonia a los principales mercados de Europa convierten al país en una ubicación estratégica para los proveedores multinacionales.
Conscientes de esta realidad, los proveedores de productos no tejidos están empezando a movilizarse. En agosto de 2018, Texsus anunció una inversión de 30 millones de euros en la construcción de una nueva planta de fabricación de productos no tejidos para  higiene personal.


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