Las ‘fintech’, una revolución sin precedentes


Barcelona, de la ciudad del MWC a la capital del ‘fintech’


Crear futuro en Barcelona. Podría ser el eslogan de cualquier campaña de promoción de la ciudad pero es la filosofía con la que muchos emprendedores adoptan el reto de innovar . Innovar con las oportunidades que ofrecen las nuevas tecnologías que, a partir de la próxima semana, nos traerá el Mobile World Congress. La cita llega a la decimocuarta edición, atraerá a más de 107.000 visitantes y tendrá un impacto económico sobre Barcelona de más de 470 millones de euros.
Pero más allá de las macrocifras, el Mobile es un polo de atracción de nuevas oportunidades. La economía tiene que pivotar sobre la tecnología, la innovación y el talento de la gente. Son nuestras fuentes de riqueza. Y hay que aprovechar el Mobile para buscar nuevas empresas. El sector financiero, por ejemplo, lo ha visto claro y las fintech están ganando terreno. Son empresas que ofrecen servicios financieros con la tecnología más moderna. Su oferta es totalmente online, utilizan tecnologías disruptivas, tienen estructuras flexibles y metodologías de trabajo ágiles. Se basan en una filosofía centrada en el cliente y favorecen la inclusión financiera y la transparencia. Las fintech empezaron a hacerse un sitio con la crisis económica, cuando los bancos cerraron el grifo del crédito. Y desde entonces las empresas catalanas exploran nuevas vías de financiación sin pasar por un banco. En el 2017 se hicieron 1.700 operaciones y las compañías catalanas captaron así 54 millones de euros, casi el doble que el año anterior.
Y aquí se abre un debate. ¿Qué papel tendrán las fintech respecto de la banca tradicional? ¿Son competidoras o complementarias? ¿Ha llegado la hora de la banca sin bancos?
Esta semana en el debate Catalunya futur que organiza La Vanguardia en colaboración con la Generalitat, se ha hablado de losretos del sector financiero , de cómo Barcelona ha pasado de ser la capital del Mobile para convertirse en la ciudad de las fintech . En el debate, celebrado en el hotel Alma de Barcelona, han participado Lluís Juncà, director general de Promoció Econòmica, Competència y Regulació de la Generalitat; Marta Curto, directora general de Anàlisi Econòmic de la Generalitat; Emili Gómez, director de Venture Capital del Institut Català de Finances; Lucas de Mendoza, director de operaciones de Loanbook; Jordi Domínguez, director ejecutivo de BNC10, y Gerard Olivé, codirector ejecutivo de Antai Venture Builder.
Barcelona se ha convertido en una de las cinco ciudades preferidas por los emprendedores para poner en marcha negocios. A nivel europeo estamos jugando la Champions. Y ahora, como equipo, el reto es cómo conseguir el título. El MWC es una oportunidad muy buena para captar talento que aporte ideas para sacar adelante negocios y atraer inversores. Es una semana clave para Barcelona. El mundo nos visita. Y se tiene que aprovechar esta oportunidad. Es evidente que quien no arriesga no gana y que el factor suerte existe. Pero la suerte se busca. No conocemos la fórmula mágica para encontrarla. Sólo sabemos que emprender es aceptar riesgos, saber que tienes que trabajar mucho, que tienes que ser perseverante y que cuando tu proyecto no va bien, tienes que volver a ­empezar.
Este puede ser el leitmotiv de cualquier empresa que arranca. También de las fintech . Y Catalunya, como país, tiene que aplicar la metodología de la empresa. Lluis Juncà apunta que “la suerte no nos vendrá dada, se tienen que encontrar los caminos de éxito para que el país salga adelante. Tenemos que aprovechar el Mobile, todo lo que pasa en Catalunya en torno a la economía, para buscar nuevas empresas, nuevas oportunidades. Como administración tenemos que plantear qué ruta tiene que seguir el país para poder encontrar la clave del éxito. El Mobile es un tesoro. Ahora estamos consiguiendo que su impacto sea más transversal de lo que hace siete años. Hay sectores que hace cuatro años no prestaban atención y que ahora lo tienen presente. El Mobile puede ser el sitio donde las empresas encuentren esta suerte que se tiene que buscar”.


La tecnología permite democratizar muchos sectores, también el financiero que puede encontrar en Barcelona un ecosistema adecuado para prosperar y dar oportunidades de negocio que hasta ahora parecía imposible que tuviéramos. El sector financiero está viviendo una revolución a escala global y en Catalunya tiene un entorno para crecer.
Quien lo ha visto claro es Jordi Dominguez, director ejecutivo de BNC10. Es el primer neobanco de la ciudad, la primera alternativa digital a la banca tradicional creada en la capital catalana. La empresa se puso en marcha en julio del año pasado y espera alcanzar los 50.000 clientes en un año. “El efecto mancha de aceite es importante. Tenemos que empezar a crear la cultura financiera y abrazarla. Tenemos esta oportunidad para crear cultura fintech en Barcelona. Tenemos que aprovechar el momento en que tantas cosas se están rompiendo para innovar. ¿Por qué no rompemos este pensamiento de “eso siempre se ha hecho así”?
Romper hábitos es difícil. Salir de las zonas de confort, también. Lasfintech han llegado para cambiarlo todo. Empiezan de cero con dos o tres productos, se especializan y se adaptan a las necesidades de los consumidores. Lucas de Mendoza cree que el principal competidor de la banca tradicional no son las f “son ellos mismos, su propia capacidad de transformarse. La banca tradicional tendría que empezar desde cero, como las fintech que hacen las cosas como el cliente y el consumidor necesita. El poder ha pasado de las empresas, los grandes oligopolios, hacia los consumidores. Durante muchos años los clientes han vivido un tratamiento muy desigual por parte de la banca tradicional. Era David contra Goliat. Y ahora tienen una relación mucho más equiparable entre su proveedor y lo que necesitan”.
La Administración es consciente de estas consecuencias tangibles que tienen las fintech . La Generalitat también puede tener un papel clave en el impulso de este sector. Más allá del regulador, que en este caso es estatal o europeo, el gobierno, a través de Acció, hace contratos con compañías para hacer difusión. Marta Curto destaca que “es importante que estas empresas fintech se autoorganicen. El rol que tiene que adoptar la Administración es el de impulsor de las ­ideas, el de dar empuje a las compañías. A través de Acció hemos ido cerrando contratos con empresas para hacer difusión entre los diferentes agentes que pueden estar interesados. Podemos ayudar a poner a todos el sectores en la misma mesa para que empiecen a trabajar juntos. Tenemos que dar libertad a las empresas pero que haya un acompañamiento de la Administración”.
Esta capacidad de autogestión la tiene desde sus inicios Gerard Olivé. Arrancó su empresa online con un escritorio y un ordenador en casa hace casi veinte años. Hoy día es un referente cuando se habla de negocios digitales. Wallapop es una de sus creaciones. De él y de su equipo. Olivé tiene claro que “el primer papel de la Administración es ser el cliente, el banco de pruebas de estas compañías. Porque al final a todos los emprendedores nos interesa que el Govern ponga en marcha programas como Acció. Hay una serie de competencias, de reguladores, que no dependen de la Generalitat. Más que ayudas y contratos a empresas porque son de aquí, tendría sentido apoyar a compañías con dimensiones más pequeñas, con apuestas más disruptivas y que tienen más riesgo. Apostar por contratar una empresa de nueva creación y no una de las cuatro grandes corporaciones”.
Marta Curto recoge el guante de Gerard. Apuesta por que los estados sean emprendedores. “Tienen que dejar de ser intervencionistas. La Administración debe actuar como cliente.” El Institut Català de Finances, a pesar de ser un banco público, tiene una actividad de inversión, que no de ayudas. Emili Gómez recuerda que “aplicamos criterios de rentabilidad. Tenemos préstamos participativos de hasta 200.000 euros. Con eso colaboramos con el sector privado, coinvertimos con el sector privado y ayudamos a las empresas para que tengan más recursos financieros para salir adelante”.
Un ejemplo de esta simbiosis entre administración y fintech es Loanbook. Es una plataforma de inversión en crédito a pequeñas y medianas empresas, líder en el Estado español. Lucas de Mendoza explica que “el apoyo de Acció ha sido diferencial. Nos ha ayudado a darnos a conocer y en una primera fase nos fue muy bien. Y los clientes entendieron que las fintech no damos ningún servicio que no dé ya la banca tradicional. Lo damos de una manera diferente. Somos muy transparentes, lo tenemos como piedra angular. Lo hacemos todo mucho más ágil y el 75 por ciento de los clientes renueva con nosotros aunque el precio puede ser un poco superior al que ofrece la banca tradicional”.
Las fintech están revolucionando la percepción que tenemos del dinero que cada vez es menos necesario en formato físico. Y uno de los grandes retos del sector es ser capaz de anticiparse a las necesidades de sus clientes. Las aplicaciones deberán tener en cuenta la situación financiera de cada persona y la del mercado para ofrecer productos e información que se adapten a estos parámetros.
Olivé recuerda que “Barcelona tiene uno de los ecosistemas digitales europeos más atractivo y hay que consolidarlo. Tenemos que ir todos a una para poder competir”.
Lluís Juncà lo compara con la lucha por la supervivencia entre neandertales y Homo sapiens. “Los primeros eran más fuertes pero los segundos tenían más capacidad de crear redes de colaboración. Aquellas sociedades que con la tecnología creen y consoliden estas redes, saldrán adelante. Los catalanes no tenemos mucho dinero, ni grandes extensiones de terreno ni grandes fuentes de energía pero sí que tenemos talento. Nos gusta emprender y asumir riesgos. Sólo nos falta ser capaces de crear redes de colaboración más extensas que, en la economía global, puedan tener un impacto. Si no, no podemos jugar la Champions. Y la queremos ganar”.


Emili Gómez , Director de Venture Capital del Institut Català de Finances: “Tenemos préstamos participativos de hasta 200.000 euros. De esta manera colaboramos con el sector privado y ayudamos a las empresas para que tengan más recursos financieros para salir adelante”.

Gerard Olivé , Codirector ejecutivo de Antai Venture Builder y emprendedor: “Barcelona tiene uno de los ecosistemas digitales europeos más atractivo y hay que consolidarlo. Tenemos que estar todos unidos porque el mundo es de ciudades. Debemos ir todos a una”.

Lluís Juncà , Director general de Promoció Econòmica, Competència i Regulació: “En los próximos años tenemos que posicionar Catalunya como un polo de innovación para poder ofrecer a los ciudadanos y las empresas servicios financieros más personalizados, más eficientes y más éticos”.

Marta Curto , Directora general de Anàlisi Econòmic de la Generalitat: “Es importante que las fintech se autoorganicen. La Administración tiene que impulsar las ideas, el de dar empuje a las compañías. Los estados tienen que ser emprendedores, no intervencionistas”.

Lucas de Mendoza , Dir. operaciones de Loan-book, plataforma de inversión en créditos en pymes: “Las fintech somos más transparentes que la banca tradicional, más ágiles. Es nuestra piedra angular. El 75 por ciento de los clientes renueva con nosotros aunque el precio puede ser un poco superior”.

Jordi Domínguez , Dir. ejecutivo de BNC10, la alternativa digital a la banca tradicional: “Tenemos que empezar a crear la cultura financiera y abrazarla. Tenemos esta oportunidad para crear culturafintech en Barcelona. Tenemos que aprovechar que las cosas están cambiando”.


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