El último adiós de Lagerfeld a Chanel

El desfile más esperado de la Semana de la Moda de París se presenta como un homenaje al gran modisto


Tres, dos, uno...El Grand Palais enmudecía y solo la brisa helada fruto de la nieve que cubría la pasarela marcaba los segundos restantes para el inicio de una nueva era. Algunos podían pensar que el minuto de silencio para el káiser de la moda era insuficiente, pero así marca la tradición. Lagerfeld dejó claro en una entrevista que no quería ni homenajes ni mucho menos un funeral, su única voluntad era “desaparecer”.
Una estación de esquí de un pueblo de los Alpes Franceses era el entorno idílico pensado para la última colección diseñada por Karl Lagerfeld. Chalets de madera, farolas, grandes árboles y unas montañas imponentes aguardaban la llegada de las musas de Chanel. “El ritmo continúa”, se podía leer en el kit de prensa entregado a los periodista. Junto al mensaje un discreto guiño al káiser de la moda, un dibujo de su pluma junto a Coco Chanel.


La top model Cara Delevingne tenía el importante papel de abrir el desfile y lo hizo con uno de los diseños más impresionantes de la colección: un mono largo escotado de cuadros y un abrigo con estampado pata de gallo en blanco y negro. La ahora reconvertida en actriz ha mantenido la compostura durante todo el desfile, pese al gran vínculo que mantenía con el genio de la moda.
A continuación, un total de 72 pases componían su último regalo a la moda. Una colección con una clara dominación de blancos y negros, donde el tejido tweed se ha convertido de nuevo en el gran protagonista. Grandes abrigos capa con ciertos aires de Fendi, faldas voluminosas de pelo, pantalones de cuero y botas recubiertas de lana atadas con unos cordones parecidos a los clásicos descansos.
La sorpresa del desfile lo protagonizó Penélope Cruz sobre la blanca pasarela. La actriz convertida en una particular reina de las nieves caminó portando una camelia, la flor favorita de Coco Chanel y emblema de la maison francesa, como particular homenaje al káiser. La intérprete se convirtió hace unos meses en la primera embajadora española de Chanel y protagonizó la campaña Crucero 2018/19.


El desfile acabó con un carrusel final de todas las modelos, algunas de ellas visiblemente emocionadas, mientras sonaba Heroes de David Bowie -un tema que también se escuchó en el homenaje de Fendi al alemán-. En el font row se encontraba una Anna Wintour seria, con sus gafas negras y vestida con un atuendo rosa, y otras musas como Claudia Schiffer, Naomi Campbell o Kristen Stewart.
El minuto de silencio que dio paso al inicio del desfile concluyó con la voz de Karl Lagerfeld, con su famoso acento germánico, resonando en una emisión de un extracto de una entrevista en la que hablaba de su debut en Chanel, en un momento en el que dudaba si podría asumir el reto.
El desfile ha sido el primer evento público de Chanel después de la muerte del diseñador. También ha marcado la llegada de Virginie Viard, la mano derecha de Karl Lagerfeld que la sucedió y cuyas ideas ha sublimado durante más de 30 años. Karl Lagerfeld presentó a Virginie Viard como su “brazo derecho y brazo izquierdo a la vez”. La nueva directora creativa explicó a AFP en 2015 que se complementaba a la perfección con el estilista: “Lo entiendo bien, puedo sublimar lo que él quiere hacer, entendí a dónde quería llevar a Chanel”.
El 22 de enero de 2019, después del desfile de moda Karl Lagerfeld, “cansado”, no había podido presentar, por primera vez desde su debut con Chanel en 1983, ya era ella quien había venido a saludar al pública. Durante la Semana de la Moda de París, Chloe elogió al “genio” de Karl Lagerfeld, quien había sido el creador de la marca desde 1963 hasta 1984, distribuyendo fotos retro anotadas con premios del modisto, conocido por su sentido de la fórmula.



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