(Así) sí, quiero


La Valmont Barcelona Bridal Week nos presenta las sorprendentes tendencias en moda nupcial para este 2020


Todos los invitados a la boda ya aguardan en sus asientos. La familia del novio ha llegado hace un buen rato; la de la novia, acaba de hacerlo. Aparece el novio. La novia, que no llega. Hace acto de presencia el nerviosismo. Todo se inunda de silencio. Suena la marcha nupcial. Parece que ya está aquí. De la mano de su padre (o del acompañante elegido), entra, al fin, Ella.
Un momento… puede que la historia no fuera así, ¿no? Puede que el novio, desesperado de esperar, le envíe un wasap a la novia para saber por dónde va; o que en lugar de llegar primero él, aparezca ella y se ponga a transmitir en vivo a través de su Instagram el ambiente prenupcial. Incluso, puede que primero llegue una novia, y después, la otra novia. Tanto si tu boda se ajusta más a la primera opción, como si lo hace a alguna de las otras (entonces, casi seguro que eres una novia milenial), cógenos fuerte del brazo en tu camino al gran día: estas son las sorprendentes tendencias en moda nupcial para el 2020, que se presentan en la Valmont Bridal Week, en Fira de Barcelona. ¿Qué tipo de novia eres? Atención: puedes combinar varias.

1. Vivan los volúmenes: la novias mariposa.
Los volúmenes están en las faldas, que se inflan cual vestido de cuento de hadas (igual no hay princesas ni príncipes, de acuerdo, pero la magia no puede faltar). Faldas que parecen flores invertidas, con una amplia pero ligera corola abajo y el tallo arriba. O que nos evocan los juegos de volúmenes de las vestimentas asiáticas, con sus faldas largas, fruto de un patronaje minuciosamente trabajado. Hasta se diría que, enfundada en esos vestidos, la novia podría echar a volar como una mariposa, símbolo de libertad y de cambio constante. El volumen aparece también en las mangas, abullonadas como si volviéramos a la Edad Media, solo que más finas, sofisticadas, e igual que las faldas, muy ligeras.


2. Marcando cintura: la novia femenina.
Una de las partes más femeninas de la mujer, aquella que define su silueta ya a lo lejos, es, sin duda, su cintura. Así, en los patrones, esta se marca con fuerza, ya sea en los vestidos con faldas amplias, más clásicos o minimalistas, ya sea en los de crepé, más sexis, que se funden con el cuerpo como una segunda piel.


3. La innovación: la novia brillante.
“Un vestido de novia es más que una prenda de vestir, en realidad lleva los sueños de cada niña, el deseo del amor y la expectativa de su propia boda y vida futura”. Son palabras del diseñador Jimmy Choo, presente en la VBBFW de este año. Las técnicas de pedrería y micropedrería, el bordado o la incrustación, se ponen al servicio del día más importante y avanzan en 2020 hasta lograr un efecto brillante pero sutil, como un cielo nocturno tachonado de estrellas... Como una noche de Van Gogh. O como una joya Art Déco. Hay vestidos de novia que son auténticas piezas únicas de artesanía. El metal es tendencia, ya sea a partir de un brocado dorado, platino o plateado, combinado magistralmente con un fleco, un lazo, una transparencia o un bordado.


4. Transparencias: la novia segura de sí misma.
Si unimos el punto anterior con las transparencias, obtendremos un vestido extremadamente femenino para las novias más atrevidas y sofisticadas. Lo cual no tiene por qué estar reñido con la elegancia: las transparencias, esparcidas en pinceladas en zonas estratégicas, dotan al atuendo de una elegancia etérea y refinada. Los detalles de los guipures o el macramé potencian la feminidad de una novia muy segura de sí misma, que quiere ser única el día de su boda y en el recuerdo de este para siempre.


5. Calidad de los materiales: la novia que impresiona.
Ya fuera en la Edad Media, con los típicos vestidos lisos de color rojo, como en el Renacimiento, con profusión de bordados, a lo largo de la historia una cosa ha estado clara: la novia tenía que impresionar y despertar admiración. De ahí, que desde siempre se escogieran las mejores telas y joyas y los diseñadores con más renombre y capacidad de innovación para jugar con los materiales. Es la misma innovación de la que hablábamos y que, a su vez, como el pez que se muerde la cola, no sería posible si la base no fueran materiales de alta calidad: los mejores mikados, chantillíes, rasos… Tejidos de primera más técnicas artesanales más innovación. Se otorga máxima importancia a las prendas bien hechas.


6. Toques de color: la novia con personalidad.
Antes de la época victoriana (un poco antes de mediados del siglo XIX hasta los inicios tempranos del XX), en Occidente las novias podían casarse de cualquier color excepto de negro (típico de las viudas) o de rojo (el color de las mujeres de “vida alegre”). El blanco simbolizaba la pureza e inocencia de la niñez y la virginidad. Hoy, aunque el blanco se mantenga como la primera opción para casarse, hay opciones con color para todos los gustos.
Este 2020 veremos desde sutiles toques de color en los vestidos (degradados o estampados en las faldas, como flores o dragones de la mitología asiática, por ejemplo), a looks nupciales total black (con tocado o diadema incluidos). También los colores como el amarillo, el rosa, el rojo, el azul… tiñen los vestidos en su totalidad para representar a una mujer fuerte, con personalidad y contemporánea.


7. Libertad de elección y auge de la personalización: la novia milenial.
La novia del 2020 es una mujer fuerte y libre, individualista, que viste como quiere y como es. Al lado del vestido clásico, vienen pisando fuerte otras opciones, como los pantalones, los trajes de dos piezas, los monos y, ¿por qué no? hasta los kimonos. Además, la feminidad ya no se ciñe a un patrón fijo de vestido nupcial: puede perfectamente estar presente en las líneas sencillas y los volúmenes arquitectónicos. Esa es la elegancia de las nuevas novias milenials que, para quien aún se despiste con el término, abarca a las personas nacidas en las dos últimas décadas del siglo XX, que dominan internet y las nuevas tecnologías digitales con los ojos cerrados, que tienen carácter propio y que se preocupan por el medio ambiente.


El evento de este año dedicado a la moda nupcial es el mayor de su edición tanto en número de firmas participantes en los desfiles, 35, como en marcas en el espacio ferial, 429. El 74% son marcas internacionales de 34 países, ya que está destinado a mujeres de todo el mundo. Durante los 4 días que dura la Bridal, se calcula que desfilarán por su pasarela más de 900 vestidos. La creatividad, el talento y el diseño son los elementos clave de la innovación, donde la edición ha puesto el acento. Así, por primera vez en la VBBFW, la innovación no solo está presente en la pasarela, sino en el resto de espacios y actividades de la feria. Según el informe del profesor de IESE José Luis Nueno, el sector español de vestidos de novias es líder en Europa y el segundo que más exporta del mundo tras China. Este año la facturación global del sector de la moda bridal, que incluye vestidos de novia, vestidos de fiesta, complementos y calzado, ha alcanzado los 1.350 millones de euros.

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