La firma italiana lanza una
línea muy nostálgica inspirada en material escolar
En el sector de la moda es
habitual que varias de las firmas más reconocidas hagan también sus pinitos en
la industria de la belleza. Marcas como Chanel, Yves Saint Laurent o Dior han
conseguido posicionarse como un referente del mundo de la belleza con
sus lujosos artículos que cuentan con modelos y artistas como las
mejores embajadoras.
Pero también hay otras
compañías que aprovechan las grandes empresas ‘beauty’ para hacer unas
colecciones de edición limitada que se agotan rápidamente por el deseo de tener
uno de estos productos diseñados por una firma de lujo a un precio ‘low cost’.
La última en hacerse un hueco en el complicado mundo del maquillaje
es Moschino, que acaba de anunciar una colaboración junto a Sephora.
Tras unirse por primera vez en
2017 en una línea que no tuvo el éxito esperado, ahora la firma italiana ha
optado por diferenciarse de sus competidores con unos artículos cargados de
nostalgia. Jeremy Scott, director creativo de la casa, ha transformado los
productos en el material escolar que cualquier chica llevaba en su estuche.
Destacan especialmente los
iluminadores con forma de subrayadoren diferentes colores (32 euros), los
esmaltes de uñas con forma de pegamento (11 euros), los labiales con forma de
rotulador (30 euros) o el eyeliner también con la misma forma (16 euros).
Además, llaman la atención el set de brochas con forma de un lápiz de una
conocida marca (51 euros), las esponjas que recrean las gomas de borrar de toda
la vida (18 euros).
Pero la colección también
incluye una paleta con 31 sombras diferentes que tiene forma de
ordenador portátil Macbook (53 euros) y la mascarilla facial con el icono osito
de la firma (7 euros). Los productos se pondrán a la venta el próximo 25 de
abril en Estados Unidos y Canadá y se espera que pueda llegar a España en unas
semanas.
No se puede negar que los
productos llaman poderosamente la atención y crean esa sensación nostálgica que
pretende conseguir Scott, que juega con los recuerdos del pasado para generar
ese deseo en los consumidores. No obstante, siendo realista la colección está
plagada de colores muy estridentes, en la línea de Moschino, que
precisamente no están llamados a triunfar en una época en la que reina el
maquillaje natural y las sombras de tonos tierra.
Lo que sí vale la pena de la
edición limitada son las brochas y esponjas, dos productos muy útiles y básicos
en la rutina ‘beauty’ que marcan la diferencia con sus diseños con toques
infantiles.
Comentarios
Publicar un comentario