El director creativo usa la
moda para reclamar el derecho a decidir de las mujeres
En 2019 se puede confirmar que
la moda ha recuperado aquel carácter reivindicativo con el que ha conseguido
transformar el ‘statu quo’ de la sociedad a lo largo de la historia. Desde los
recientes movimientos que han denunciado los abusos sexuales en la industria de
la moda o el cine hasta las protestas que una amplia lista de firmas han
protagonizado encima de las pasarelas, la industria de la moda se mantiene
firme en su objetivo de construir un escenario inclusivo y feminista.
En pleno debate sobre la legalidad
del aborto, tras las recientes leyes restrictivas que distintos estados de
los Estados Unidos han promulgado y que criminalizan la
práctica, Gucci ha convertido el desfile de su colección Crucero
2020 en un espacio de protesta que revindica el derecho a decidir de
las mujeres. Mientras que los invitados a la cita con la firma italiana
esperaban ver nuevas tendencias, Alessandro Michele, el director creativo de la
firma, ha dejado a un lado el componente más superficial de la moda para pedir
el apoyo al aborto a través de las prendas.
Los primeros modelos ya habían
pisado la pasarela y la estética usada demostraba que, una vez más, la firma
había establecido su ya clásico viaje al pasado para recuperar estilos y
combinaciones con claras referencias tanto a códigos retro como el mundo del
romanticismo o la antigua Grecia. Casi a la mitad del espectáculo, una modelo
vestida con un conjunto de dos piezas azul eléctrico y combinado con un jersey
de punto rojo mostró al público la frase ‘‘mi cuerpo, mi decisión’’ grabada en
la espalda de la americana y que hacía referencia a un eslogan feminista
de los años 70.
Justo después de la salida del
primer mensaje reivindicativo, Gucci presentó un segundo vestido que ha
despertado numerosos comentarios en las redes sociales gracias a su diseño que
combinaba un tejido fluido y repleto de volantes con un útero bordado con
delicados apliques brillantes y abalorios. Tal y como ha asegurado Gucci, el
vestido pretende ‘’reflejar la continua visión que tiene el director creativo
sobre la libertad, la igualdad y la expresión’’, un mensaje que enlazó con
otras propuestas donde la moda se convirtió en un canal de protesta.
Antes de clausurar la
presentación de las nuevas propuestas la firma lanzó un tercer mensaje sobre el
aborto, esta vez una referencia algo más sutil que exploraba el recorrido
histórico del derecho de las mujeres en la historia. Para ello Alessandro
Michele creó un extravagante conjunto estampado de dos piezas con la fecha
‘22.5.78’ grabada en la zona del pecho de la modelo, una fecha que recuerda el
día en que el estatuto italiano reconoció la protección social de la maternidad
y la interrupción voluntaria del embarazo.
Junto a un total de 98 ‘looks’
donde el estilo nómada interpretado por modelos con fundas de guitarra y
combinaciones repletas de capas se mezclaba con estampados extravagantes, una
representación de la opulencia del siglo XX y un desafío a los límites que
separan el género masculino del femenino, la nueva colección también aludió a
su organización benéfica que lucha a favor de la igualdad de género. A través
de una camiseta amarilla donde aparecía la palabra ‘Chime’ junto al logotipo de
la doble G entrelazada, Alessandro Michele convirtió el desfile en una nueva
iniciativa de Chime For Change para incidir directamente en el futuro de la
sociedad en general y la mujer en particular.
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