Según el último Informe Pulse of the Fashion Industry “el progreso
de la sostenibilidad en la industria de la moda se ha ralentizado un tercio en
el último año”.
El pasado día 7 de mayo, Global Fashion Agenda (GFA), Boston Consulting Group (BCG) y
Sustainable Apparel Coalition (SAC) publicaron la
actualización de Pulse of the Fashion Industry;
una evaluación anual del desempeño ambiental y social de la industria de la
moda.
Ralentización en
sostenibilidad
La actualización de 2019
revela que la mejora en sostenibilidad dentro de la industria de la moda se ha
ralentizado en un tercio en el último año. Además, el mismo estudio asegura que
el sector “no se está moviendo lo suficientemente rápido como para
contrarrestar el impacto perjudicial del rápido crecimiento de la industria de
la moda”.
A menos que mejore la
tendencia actual, la moda seguirá siendo uno de los principales causantes del
cambio climático. Esto aumentará, como consecuencia, el riesgo de que no se
alcance el objetivo del Acuerdo de París:
mantener el calentamiento global por debajo de 1,5 grados centígrados durante
el resto de siglo.
Baja el pulso
La puntuación del pulso
aumentó en cuatro puntos en 2019, de 38 a 42 (sobre 100); mientras en 2018,
aumentó en seis puntos. Esto demuestra que la velocidad de los progresos en el
último año ha disminuido en un tercio. El porcentaje de pulso muestra, a su
vez, que el cambio no es lo suficientemente rápido como para combatir el
crecimiento de la industria.
Como se detalla en los
resultados de 2019, el ritmo de cambio positivo no coincide con el crecimiento
proyectado de la industria de la moda. Las
predicciones sugieren que en el año 2030 la industria
mundial de la moda y el calzado habrá crecido en un 81%
(alcanzando las 102 millones de toneladas). Esto ejercerá una presión sin
precedentes sobre los recursos planetarios.
Si la puntuación de pulso de
la industria –una escala que evalúa la sostenibilidad- se mantiene en su
trayectoria actual, la brecha entre la producción de la industria y la
puntuación de pulso continuará ampliándose. Ante este escenario, las
consecuencias perjudiciales del aumento de la producción se volverán aún más
difíciles de superar.
Mejoras sociales y
medioambientales
El informe sugiere que la
industria de la moda ha hecho algunos progresos hacia un mejor desempeño social y ambiental durante el
último año. Sin embargo, ha evolucionado a un ritmo más lento que en años
anteriores.
La mejora se debe, sobre todo,
al rápido progreso de las marcas que se encuentran en las primeras etapas de su viaje hacia la sostenibilidad. Muchas de
ellas han puesto en marcha importantes medidas en materia de estrategia,
desarrollo y gestión empresarial y fijación de objetivos.
Mientras tanto, el progreso se
ha ralentizado entre las empresas más grandes, que deben encontrar la forma de
ampliar los modelos de negocio y
aprovechar las tecnologías innovadoras.
Sin embargo, algunas de las compañías más grandes han implementado prácticas
sostenibles prometedoras que el Pulse Score no
mide actualmente, por lo que su impacto no se incluye en la puntuación.
Consumidores concienciados
Una nueva encuesta revela que los consumidores están cada vez más preocupados por la
sostenibilidad. Pulse of the Fashion Industry 2019 incluye una
encuesta sobre el punto de vista de los consumidores de cinco países. Más de un
tercio de los encuestados han cambiado de marca favorita por razones
relacionadas con las prácticas responsables.
Sin embargo, los datos de 2019
revelaron que la sostenibilidad aún está lejos de ser una consideración clave
en las decisiones de compra. Por lo tanto, corresponde a los líderes de la moda
impulsar un impacto a gran escala e influir en las percepciones de los
consumidores.
Cómo acelerar el ritmo
Según la actualización de
2019, la solución de los problemas a gran escala y el desarrollo de tecnologías
conducirán a nuevas formas de hacer negocios.
Los gobiernos y las empresas deberán colaborar estrechamente, mientras los
inversores deberían instar a sus empresas participadas a mejorar las prácticas sociales y ambientales.
Los jugadores clave de la industria de moda, por su parte, deberían defender
estos esfuerzos en favor de la adopción de normas comunes y trabajar con otros
en prioridades de transformación.
Morten Lehmann, director de sostenibilidad de Global Fashion Agenda, afirma: «estos últimos
hallazgos ponen de manifiesto la importancia de la sostenibilidad. Poder
escalar las soluciones medioambientales que existen actualmente dependerá, en
gran medida, del liderazgo de las marcas. Sin embargo, algunos cambios
transformadores requerirán también la cooperación ente políticos y partes interesadas
a lo largo de toda la cadena de valor».
Amina Razvi, directora ejecutiva interina de Sustainable Apparel Coalition coincide con
Lehman. En palabras de Razvi: “para lograr el cambio requerido debemos
colaborar y asumir compromisos significativos para poner fin a las prácticas
perjudiciales de nuestra industria. Debemos ampliar nuestros esfuerzos para
evaluar los impactos a través de un marco común y mejorar el desempeño de la
sostenibilidad a nivel mundial».
Más Info en www.globalfashionagenda.com
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