Se dice que es
la cazatendencias más influyente. De todo el mundo. Y seguramente es
cierto. Lauren Santo Domingo, hija del fundador de la filial del grupo
Perrier en Estados Unidos y esposa del magnate colombiano Andrés Santo Domingo,
es una de las celebridades más aclamadas de Nueva York. También una de las más
estilosas.
Fundadora de la
plataforma de comercio electrónico Moda Operandi, que pone a disposición de sus
clientas las colecciones completas sólo 24 horas después de los desfiles,
propone una selección exclusiva en que destacan las propuestas de Valentino o
Givenchy, además de las de Vika Gazinskaya o DelPozo. El éxito de su fórmula es
la inmediatez. Tal como ella misma explica, “nuestros clientes acceden antes
que nadie a la colección del diseñador y se aseguran la talla y la pieza estén
donde estén”.
Todo un reto que
sólo ella podría conseguir. Porque además de ser una experta en moda, se ha
ganado la confianza de los principales actores de este particular universo.
Lauren Santo Domingo (Davis, de soltera) cuenta con amistades de la talla de
Anna Wintour (a quien conoció al firmar un acuerdo de colaboración hace casi
dos décadas con Vogue), Mario Testino o Annie Leibovitz, que la han
fotografiado en más de una ocasión. Y también de diseñadores como Oliver
Theyskens, Alexander Wang o el mismísimo Valentino además de Josep Font, a
quien elevó a la categoría de fetiche en Estados Unidos durante su etapa al
frente de la firma española DelPozo.
Nacida en 1976
en la costa este estadounidense, en Connecticut, pero instalada desde la
adolescencia en Los Ángeles, se graduó en Historia en la Universidad de
Southern California al tiempo que comenzaba a trabajar como modelo tanto de
pasarela como de televisión, ¡llegando incluso a coprotagonizar un anuncio de
vaqueros (de la firma japonesa Edwin) junto a Brad Pitt!.
Así, haciendo
caso omiso de los deseos de su padre, quien le sugirió que siguiera con los
negocios familiares, ha visto como la moda le ha abierto todas las puertas.
Hasta convertirse en una referencia mundial. Pero no está sola. Forma, y lo
dice ella misma, un tándem perfecto con su marido, Andrés Santo Domingo, hijo
del magnate Julio Mario Santo Domingo y hermanastro de Tatiana Santo Domingo.
Se conocieron en París, “antes de Google, de Facebook y de los mensajes de
texto”, suele recordar esta rubia estilosa para resumir que “el nuestro es un
romance a la antigua”.
Muy unidos y
padres de dos hijos, pero cada uno a lo suyo. Ella siempre pendiente de esta
web imprescindible dentro de la industria de la moda, y él al frente de Mexican
Summer, una productora discográfica orientada a la música rock y al formato de
disco de vinilo.
Dos años más
joven que su esposa y licenciado en Artes por la Universidad de Brown, forma
parte de la junta de Conservation International, una organización que trabaja
por la protección de la naturaleza y la conservación de sus recursos, y es
miembro de la junta directiva del nuevo centro cultural neoyorquino The Shed.
Según la revista Forbes tendría una fortuna valorada en 3.500 millones de
dólares debida en su mayor parte a la herencia de Anheuser-Busch InBev, el
mayor fabricante mundial de cerveza con sede en Bélgica.
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