Virginie Viard rinde homenaje
a las raíces de la firma francesa con un show capitaneado por Kaia Gerber
El Grand Palais de París viajó ayer al
pasado para rendir un homenaje a Coco Chanel y a los inicios de la
emblemática firma francesa. La directora creativa de la ‘maison’, Virginie
Viard, convirtió el espacio en el apartamento que tenía la diseñadora en el
número 31 de la Rue Cambon, donde empezó todo.
En 1919, Coco abrió su primera marca de sombreros que
años después se convertiría en una de las firmas más poderosas de la industria
de la moda. Viard consiguió reproducir a la perfección las escaleras
espejo que la diseñadora usaba como pasarela y por donde las modelos
bajaban para presentar los diseños de la temporada. En el interior del espacio
no faltó ningún detalle, desde los espejos hasta las mismas barandillas y las
lámparas ‘Chandelier’.
El show para presentar la colección pre-fall
2020 estuvo capitaneado por Kaia Gerber, que fue la encargada de
mostrar al público la nueva estética que ha adoptado la ‘maison’ tras el
fallecimiento de Karl Lagerfeld. Viard apuesta por diseños frescos y
juveniles, con prendas muy funcionales y fáciles de llevar en cualquier momento
del día que persiguen el objetivo de acercar la firma a un público más joven.
En la pasarela, Gerber apareció con un look muy
práctico formado por una camiseta blanca y una falda con las camelias y los
logos de Chanel bordados en color negro sobre una fina capa de tul que aportaba
el toque delicado al estilismo. Pero lo que más llamó la atención fue la nueva
versión del icónico bolso 2.55 de la marca. Un nuevo modelo
en formato mini que sigue la apuesta de otras firmas como Vetements o
Jacquemus de poner a la venta estos objetos de deseo.
En la colección no faltaron los trajes de chaqueta de tweed, el
tejido estrella de la ‘maison’, mezclado con detalles joya, la apuesta de la
combinación ganadora del blanco y negro, diseños ‘tie dye’ o piezas
metalizadas, una tendencia que seguirá estando muy presente la próxima
temporada en ‘total looks’, abrigos y faldas.
Viard también apostó por seguir la moda de las plumas y las
transparencias con diseños negros muy delicados o un vestido
nupcial en tono marfil, de manga larga y cuello perkins, que destacaba por
sus botones dorados en hombro y mangas y el cinturón cadena, un
complemento que regresará con fuerza.
Otro detalle que mostró esta predilección de la
directora creativa por el público joven fue la sudadera en color
blanco con las palabras Chanel y 31 Rue Cambon estampadas en color negro. Una
pieza que promete convertirse en todo un objeto de deseo y que muestra la nueva
era que se vive en la ‘maison’.
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