El aumento de los costes, en parte relacionado con la
recompra por parte de Stella McCartney de su firma homónima al grupo Kering,
aniquiló las ganancias de la compañía durante su año financiero 2018. Los
resultados recién presentados muestran una pérdida operativa de más de 10
millones de libras esterlinas (11,45 millones de euros/ 13,1 millones de
dólares).
En el ejercicio anterior, la compañía había obtenido
un beneficio operativo de 9,1 millones de libras (10,42 millones de euros) y,
aunque la transacción con Kering no concluía hasta el final del año, contribuyó
a convertir este beneficio en pérdidas de 10,8 millones de libras (12,37
millones de euros). Los costes de reestructuración de la compañía han aumentado
y la apertura de una gran flagship store en Old Bond Street en Londres también
ha pesado en los gastos de la compañía. En general, el gasto aumentó de 29
millones de libras (33,2 millones de euros) en 2017 a 49 millones de libras
(56,09 millones de euros) en 2018.
Por su parte, las ventas se mantuvieron prácticamente
estables durante este período: a decir verdad, aumentaron un modesto 0,2 % tras
haber aumentado un 2 % en 2017, llegando a 42,6 millones de libras (48,8
millones de euros). La compañía se negó a dar información sobre su año fiscal
2019, ya que como la compañía ahora tiene una asociación con LVMH (que deja el
control de su marca a Stella McCartney), estos datos habrían sido muy valiosos.
La estrategia de la compañía británica es expandir su
portfolio minorista global mediante la apertura de nuevas tiendas y nuevos
concesionarios, particularmente en Asia. Además, la compañía está fuertemente
enfocada en las ventas internacionales en general y no parece preocuparse por
las consecuencias del Brexit.
Eso da una posición bastante original en el sector de
la moda en Reino Unido. Esta confianza probablemente proviene del hecho de que
menos del 5 % de sus ingresos totales proviene de sus tiendas británicas. Solo
una pequeña parte de sus ventas depende del movimiento transfronterizo de
mercancías a Reino Unido.
Además, la mayoría de los ingresos extranjeros de la
compañía provienen de regalías, que se benefician de los tratados fiscales
internacionales de Reino Unido y no deberían verse afectados por el Brexit.
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