Pocos grupos de lujo han suscitado tanto interés en
los últimos años como Fosun, el conglomerado chino que se ha posicionado
gradualmente hasta ser un gran nombre del sector del lujo y la moda en Europa.
La adquisición de más alto perfil por parte de su
división Fosun Fashion Group ha sido Lanvin, la
casa de alta costura más antigua de París. Pero Fosun Fashion Group también ha
adquirido el control o grandes participaciones minoritarias en otras cinco
marcas de lujo diversas y definitivamente prestigiosas. Como Wolford, el
más famoso nombre de la calcetería de alta gama, que Fosun adquirió en 2018, el
mismo año que Lanvin. El conglomerado incluso creó Fosun Fashion Group, que
también posee una participación mayoritaria significativa en Caruso, uno de los
mayores fabricantes de sastrería de alta gama de Italia. Además, tiene una
participación mayoritaria en St. John Knits y también en el minorista de ropa
alemán Tom Tailor.
Por lo tanto, en las últimas temporadas, el presidente de Fosun Fashion Group (FFG), Joann Cheng, ha sido una presencia tranquila, pero muy notoria en los desfiles de Lanvin, acompañado en primera fila por el vicepresidente de FFG, David Chan. Así que conversamos con Cheng y Chang para descubrir su visión sobre cómo Fosun planea construir un grupo de lujo rentable.
Por lo tanto, en las últimas temporadas, el presidente de Fosun Fashion Group (FFG), Joann Cheng, ha sido una presencia tranquila, pero muy notoria en los desfiles de Lanvin, acompañado en primera fila por el vicepresidente de FFG, David Chan. Así que conversamos con Cheng y Chang para descubrir su visión sobre cómo Fosun planea construir un grupo de lujo rentable.
Fosun, una empresa que cotiza en la bolsa de Hong Kong
desde 2007, es un conglomerado diversificado con participaciones en bienes
raíces, productos farmacéuticos, atención médica, gestión de patrimonio y
seguros. En 2018, Fosun obtuvo una ganancia récord de 13 400 millones de
yuanes (2000 millones de dólares) con ventas por 109 400 millones de
yuanes (16 500 millones de dólares). Aunque es de propiedad privada, el
grupo se entiende como una expresión del impulso de China por ampliar su poder
blando en todo el mundo durante la próxima década. Ciertamente tiene un enorme
capital y ha comprado participaciones en prestigiosas marcas globales. Es
propietario del equipo de fútbol Wolverhampton Wanderers, actualmente sexto en
la Premier League inglesa; más del 90 % de Club Med; alrededor del 18 %
de la cerveza Tsingtao y varios rascacielos de prestigio en Manhattan.
Cheng asistió a la Universidad de Finanzas y Economía
de Shanghái; y tiene una maestría de la escuela de negocios China Europe
International Business School, también en Shanghái. Después de la universidad,
se convirtió en auditora en KPMG durante 10 años, antes de pasar a las finanzas
comerciales y los fondos de capital privado antes de unirse a Fosun.
“En 2016, comenzamos a darnos cuenta de que la moda
era un negocio muy estacional. Que requería un compromiso y una visión a largo
plazo para realmente construir una marca. Entonces, en 2017, tomamos mucho más
interés directo en esta cartera. No la gestionamos como inversores. Somos
realmente un grupo como de tipo corporativo, con visión a largo plazo”, explicó
la ejecutiva mientras disfrutaba de un café en París.
A principios de
2019, el grupo también creó Fosun Brand Management Company, con sede en China,
un equipo especializado diseñado para operar marcas en China que maneja bienes
raíces, abre tiendas y las administra. Tanto para las cinco marcas de FFG como
para marcas externas de tamaño mediano que desean ingresar a China. Fosun Brand
Management Company ya ha firmado un acuerdo con Marquee Group, un fondo
estadounidense que reúne a marcas como Martha Stewart, Ben Sherman, BCBG, Body
Glove y Bruno Magli y opera con ellos en China. Pero, Fosun claramente prefiere
la moda europea de gama alta.
“Fosun acumuló
experiencia de primera mano con su participación minoritaria en Caruso, y
descubrimos que era una inversión muy atractiva. Ahora, tenemos marcas que
tienen un ADN muy único. St. John se especializa en prendas de punto, Caruso en
moda a medida para hombre, Lanvin es una casa independiente de alta costura y
Wolford es una marca clave de calcetería. Todas son bastante únicas. Queremos
apoyar a estas marcas para que crezcan en su país de origen y desarrollarlas en
el mercado chino. Hasta ahora, para todos ellas, China es muy pequeña en
comparación con sus mercados internos. Para Lanvin, por ejemplo, China
representa aproximadamente el 20 % de su segmento minorista”, explicó
Cheng.
Lanvin es sin
duda la más prestigiosa de las cinco marcas, además de ser una de las marcas de
alta costura de más renombre de París que tuvo un período glorioso de apoyo
editorial y crecimiento durante los 15 años bajo el ala del director creativo
Alber Elbaz. Sin embargo, después de su despido en 2015, Lanvin pasó por otros
dos diseñadores y perdió clientes y facturación a un ritmo alarmante antes de
que Fosun adquiriera el control de la casa en la primavera de 2018 con el
compromiso de invertir 100 millones de euros.
Desde que tomó
el control, Fosun nombró al experimentado ejecutivo francés Jean-Philippe
Hecquet como director ejecutivo y a Bruno Sialelli como director creativo,
quien ha recibido críticas positivas de los implacables críticos de primera
fila.
“Lanvin tiene
una gran reputación en el mercado asiático. Es una marca verdaderamente única,
con una larga historia parisina y un archivo increíble, que le da valor a la
marca. Así que esa marca merece un negocio más grande. Y realmente creemos que
Bruno tiene el talento para recuperar la tradición creativa de la marca",
insiste Cheng.
El talento de Bruno Sialelli
Cheng no
escatima en sus elogios a Sialelli, cuyas colecciones han recibido un gran
recibimiento por su exótica novedad y el uso sutil del ADN de Lanvin.
“Bruno tiene un
talento único. Cuando ves los desfiles, todo el ambiente se siente renovado,
con un toque más joven, pero a la vez con un toque de legado de marca”, dice
entusiasmada.
Los cambios se
han dado rápido; se ha trasladado a todo el equipo creativo de varias oficinas
repartidas en tres edificios cerca de su histórica tienda insignia de Faubourg
Saint-Honoré y se lo ha instalado en siete pisos en un único edificio en la
moderna rue Saint-Augustin, en el nuevo Silicon Valley parisino en el extremo
oeste del segundo distrito.
Lanvin también
abrió tres tiendas el año pasado en China: dos en Shanghái y una en Hong Kong
K11, el distrito cultural frente al mar y destino de compras que es una
creación del magnate y mecenas del arte Adrien Cheng. Además, Lanvin abrió una
tienda emergente en Mercer en SoHo.
Cheng y Chang se
aseguran de no revelar la participación exacta de Fosun en muchas compañías ni
su facturación anual. Sin embargo, Wolford, con sede en Bregenz, cotiza en
Viena y sus ventas anuales son de alrededor de 145 millones de euros. Mientras
que Tom Tailor, con sede en Hamburgo, cotiza en Frankfurt y sus ventas anuales
grupales son de unos 850 millones de euros. Por lo tanto, es probable que la
facturación anual de Fosun Fashion Group supere los 1250 millones de euros.
“Es importante
entender que tres de nuestras cinco marcas cuentan con fabricación propia:
St. John tiene plantas en México; Wolford en Austria y Eslovenia; y Caruso
produce ropa para marcas de lujo de primer nivel, incluida Lanvin",
manifestó Chang.
¿Qué es lo que hace que Cheng piense que
Fosun puede rivalizar con los principales actores occidentales como Kering o LVMH?
“Respetamos
profundamente tanto a Kering como a LVMH. No queremos compararnos con ellos y
su posición en el mercado. Somos muy jóvenes, recién nacidos hace tres años.
Ahora, estamos enfocados en las operaciones. Tenemos el motor central del
mercado interno y su herencia. Y luego tenemos el segundo motor, el motor de
China. Estamos en el mercado de China, que es un mercado realmente grande. Y
creemos que podemos construirlos digitalmente, como con los desfiles con
transmisión en vivo”, explicó Cheng.
Durante la más
reciente temporada, cuando el coronavirus hizo que ninguna celebridad ni los
compradores chinos pudieran viajar desde China al desfile de Lanvin, la casa
produjo una versión de realidad virtual del evento de pasarela y la transmitió
en Iqiyi, la gigantesca plataforma de video en línea con sede en Pekín, y en
Secoo, la gigantesca plataforma china de comercio electrónico de lujo en línea.
El evento llegó a una audiencia de 1,5 millones de personas, con una exposición
potencial a 126 millones de espectadores.
“A los chinos
realmente les gusta la moda y el lujo, así que realmente querían ver este
espectáculo. Y con la transmisión en vivo pudieron hacerlo. ¡El desfile generó
250 artículos en los medios de moda y estilo de vida chinos! ¡A eso me refiero
con el motor de China!", resaltó riendo Cheng.
A diferencia de
muchos ejecutivos europeos, que están en medio del cierre de tiendas, tiendas
emergentes, restaurantes e incluso fábricas debido al Covid-19, Cheng cree, al
menos para China, que el peor momento ha pasado.
"Sí, seguro
que ha tenido un impacto, pero China se está tranquilizando, con un regreso al
trabajo de casi el 70 %, en algunas ciudades del 100 %. También
esperamos que el consumo se recupere después de unos meses. Pero la escuela
ahora es por internet, mi hijo de 14 años todavía estudia en línea, con el
mismo maestro y a través de streaming”, afirma.
Comentarios
Publicar un comentario