Los
países de todo el mundo anuncian medidas para impulsar sus economías, pero el
sector del lujo podría pagar uno de los precios más altos de su historia. Según
los resultados de una encuesta realizada por Boston Consulting Group (BCG) y Bernstein, la pandemia de Covid-19 podría acabar con hasta
casi un tercio del valor de mercado del sector del lujo, valorado en
350 000 millones de euros en 2019.
Un
auténtico desastre que, en el peor de los casos, podría traducirse en un
déficit de ventas de 105 000 millones de euros a nivel mundial. Se espera
un descenso de rentabilidad, con una caída del Ebitda de más del 40 %.
Después
de que el Covid-19 se convirtiese en pandemia, BCG revisó las previsiones
publicadas en febrero, rebajándolas significativamente. La última encuesta de
BCG, realizada con los CEO y CFO de las principales marcas de lujo, reveló que
las ventas del sector podrían caer un 30 %, en lugar del 10 %
previsto inicialmente.
Según
los encuestados, el déficit de Ebitda de este año en la región podría ser de
30 000 millones de euros. Sin embargo, un análisis exclusivo de BCG reveló
un potencial agujero de entre 56 000 y 58 000 millones de euros, con la
posibilidad de una pérdida catastrófica de flujo de caja estimada entre 70 000
y 72 000 millones de euros.
Parece
un año muy complicado para el sector, que tendrá que lidiar también con todo el
stock no vendido, calculado en hasta 105 millones de unidades, frente a la
previsión de febrero de unos 10-15 millones de unidades.
Las
únicas noticias positivas llegan del comercio electrónico, el nuevo campo
competitivo de la industria del lujo, ahora que el coronavirus ha confinado en
casa a una importante parte de la población mundial, aumentando la importancia
de las compras en línea. Las marcas que hayan introducido nuevas estrategias de
comercio electrónico podrán beneficiarse de este cambio de paradigma,
consiguiendo una considerable ventaja competitiva.
BCG
constató que muchas marcas ya han implementado una serie de medidas defensivas
para limitar el impacto de la emergencia, desde el teletrabajo al recorte de
costes. Pero la firma consultora señala que también son necesarias medidas
proactivas.
Comercialmente,
las marcas de lujo tendrán que proteger su línea superior todo lo que sea
posible, trasladando los productos a los mercados menos afectados e impulsando
las ventas electrónicas. También tienen que aumentar su capacidad de
administración de efectivo para frenar las pérdidas de liquidez, por ejemplo
mediante la creación de departamentos de liquidez dentro de la empresa
encargados de implementar y supervisar iniciativas para mitigar el déficit de
efectivo.
De
cara al futuro, la mayoría de los CEO y CFO de las marcas de lujo se muestran
optimistas y esperan alcanzar los niveles de ingresos previos a la crisis en un
año a partir del brote de la pandemia. Según el 40 % de los encuestados,
hará falta un año, hasta 2021, mientras que el 30 % piensa que habrá que
esperar hasta 2022.
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