Simplicity Works ha patentado nuevas técnicas
de producción que permitirían a sectores como el del calzado volver a fabricar
en España y crear más de 190.000 nuevos empleos.
La industria del
calzado podría convertirse en el primer gran sector en abrazar la
“globalización inversa”; un concepto basado en la relocalización de la
producción en España a través de la innovación y el fomento de la i+D+I que ya
ha forma parte del debate sobre el modelo económico post Covid-19.
Reducir costes
de producción
La compañía Simplicity Works ha
desarrollado 3D Bonding, una
solución para ayudar a la reindustrialización de las firmas de calzado. Se
trata de una técnica de fabricación que permite unir las diferentes partes de
zapatos y zapatillas deportivas de forma más rápida, con menor uso de
materiales y reduciendo el coste de producción.
Las primeras proyecciones sobre el impacto
que esta tecnología tendría en la industria española del calzado desvelan su
gran potencial, así como su recorrido en otros sectores como el textil o el
mueble, que miran de nuevo a la fabricación en proximidad.
3D Bonding
“Europa importa 4 billones de pares de
zapatos al año, de los cuales 225 millones ya podrían fabricarse a un coste
competitivo en España gracias a la escalabilidad de nuestra tecnología, a la
que hemos llamado 3D Bonding. Esto
supondría la creación de más de 190.000 puestos de trabajo directos e
indirectos”, explica Adrián Hernández, fundador y managing director de
Simplicity Works.
Esta innovación, patentada por un equipo de
investigadores e ingenieros con sede en Elche, ha sido fruto de un desarrollo
de más de siete años. 3D Bonding se
basa en la inyección directa de polímeros a través de un molde, lo que permite
sustituir parte de los procesos manuales por la unión ultra-resistente con un
adhesivo líquido especial.
Adiós a los
procesos manuales
“Nuestra idea era conseguir una forma más
eficiente y rápida de fabricar zapatos, evitando procesos manuales que,
generalmente, son el motivo por los que deslocaliza la producción en países
asiáticos, donde los trabajadores realizan labores de cosido y pegado por
salarios muy bajos. Gracias a nuestra tecnología, es viable hacer calzado de
calidad y a un coste competitivo sin salir de España”, afirma Hernández.
Post-coronavirus
Así pues, aunque los proyectos de la firma se
desarrollaron con anterioridad al actual escenario económico, su puesta en
marcha ha coincidido con todo un nuevo planteamiento sobre la
reindustrialización.
“Parte del éxito o fracaso de nuestro país
post Covid-19 pasa por un proceso de globalización inversa, por fomentar una
industria innovadora y competitiva dentro de nuestras fronteras. Fabricar en
Asia ya no es tan barato ni es una fortaleza sino un hándicap, debido a los riesgos
que las empresas deben gestionar y cuyo impacto estamos viviendo. Muchas
empresas y administraciones públicas lo saben, y en las últimas semanas hemos
tenido contacto con ellas para tratar las posibilidades que abre una tecnología
como la nuestra para volver a producir aquí”, destaca el directivo.
Un nuevo
escenario económico
La industria manufacturera ha perdido peso en
nuestro país, pasando de representar un 16,2% del PIB en el año 2000 a un 12,6%
en 2018 (datos del Barómetro Industrial 2019 del COGITI). Queda así lejos del
objetivo del 20% marcado por la Unión Europea para 2020, y casi a la par que el
sector turístico, que copa hasta un 12,3% del PIB nacional (datos del Instituto
nacional de Estadística).
Potenciar el
tejido industrial
“Al menos a medio plazo, las economías no van
a volver a la actividad empresarial normal, ni va a regresar el alto grado
permeabilidad en las fronteras de al que estamos acostumbrados. En un país como
el nuestro, en el que el turismo es la base de la economía, es previsible que
tardemos más de tres años en volver a niveles pre-crisis. Así pues, España debe
dirigir sus estrategias hacia la industria”. Así lo asegura Jose Antonio Belso,
profesor de Estudios Económicos y Financieros en la Universidad Miguel Hernández
y asesor de Simplicity Works.
Dinamizar la
inversión y el consumo
“En el escenario postcrisis, los estados
deben repensar su papel no sólo como dinamizadores de la inversión, sino
también como generadores directos de consumo. Por ejemplo, tanto el gobierno
central como los autonómicos podrían desarrollar políticas de compra de bienes
básicos hechos en España, en una selección de sectores como el material
sanitario, la alimentación o ciertos tipos de vestido y calzado para colectivos
profesionales”, añade el economista.
Modelo de copago
Para Simplicity Works, sería una buena opción
redefinir el rol del Estado en la compra compartida de algunos bienes. “El
denominado copago y modelos similares, en los que los gobiernos costean parte
del precio de un producto de primera necesidad, ya está implantado en el ámbito
sanitario o en los libros escolares. ¿Por qué no hacerlo extensible, por
ejemplo, al calzado infantil que fabrican muchas firmas españolas?, concluye
Adrián Hernández.
Sobre Simplicty
Works
Es una compañía española nacida en 2011 de la
mano de un equipo de investigadores e ingenieros. Adrián Hernández es el
fundador de la firma y creador de la línea tecnológica 3D bonding, basada en la
unión por inyección directa de polímeros.
Desde sus inicios, el objetivo de Simplicity
Works ha sido modernizar el sector del calzado a través nuevos desarrollos,
patentes y técnicas de fabricación nacidas de una constante labor de i+D+I. La
compañía tiene su sede en Elche, reconocida cuna del calzado en España.
Para más información: http://www.simplicity.works/
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