Después del circuito de Castellet en Var elegido para presentar la colección masculina de Céline el verano pasado, Hedi Slimane nos ha llevado este lunes 26 de octubre al monumental estadio Luis II de Mónaco para presentar el prêt-à-porter femenino de la temporada primavera-verano 2021. Estados Unidos sigue inspirando al director artístico. El streetwear, los institutos y los parques de skate estadounidenses, que caracterizaron a la colección de hombre en julio, han dado paso esta vez a los campus universitarios para redefinir una mujer Celine más joven y casual con un espíritu de los noventa.
Con gorras sobre la cabeza,
esta mujer prefiere los suéteres, los tejidos de punto mini con rayas
marineras, los crop-tops e incluso los sujetadores, que lleva debajo de
chaquetas pequeñas o chaquetas de camuflaje, con pantalones cortos de
running (de un precioso cuero) o jeans descoloridos, incluso con agujeros. Las
chaquetas universitarias, los perfectos y los cortavientos acentúan este look
de estudiante rebelde, al igual que el chaleco vaquero que se desliza sobre una
sudadera con capucha.
Los zapatos son rigurosamente
planos. Como no podía ser de otra manera en esta interminable pista de
atletismo al ritmo entrecortado de "I like him", de la rapera
neoyorquina Princess Nokia. Calzado deportivo, en tela con lazos al
estilo Pataugas, botas o incluso sandalias alemanas para llevar con
calcetines. Hay para
todos los gustos. Sin olvidar las botas de goma de pescador bretón, cuya
versión en botines seducirá a la mayoría.
Los zapatos dan un nuevo giro
al estilo clásico burgués de Celine, los cuales Hedi Slimane sigue ofreciendo
en todo tipo de variaciones para esta colección. Los cárdigans de mohair con
botones dorados se llevan sobre vestidos de verano de longitud media, bien
abotonados, con lunares o rayas finas, a veces con volantes. Para la noche,
estos mismos vestidos están adornados con pedrería, brillando con ligereza. Las
chaquetas de tweed o príncipe de Gales también forman parte de su armario, al
igual que las camisas Lavallière y las faldas rectas de cuero.
El juego también consiste, por
supuesto, en mezclar los dos registros. Clásico y deportivo. Chic y
grunge. A veces es solo una cuestión de detalles, como el precioso bolso con
una cadena dorada a modo de bandolera combinado con una chaqueta vaquera.
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