Balenciaga estrenó el domingo un nuevo formato de desfile, y no fue en una pasarela de París, sino en un videojuego personalizado llamado "Afterworld: The Age of Tomorrow". El juego se hizo esperar mientras los invitados recibían el siguiente mensaje. "Por favor, espere para acceder al juego (su número de cola está arriba). No vuelva a cargar esta página".
Debidamente advertido
y capuccino en mano, no quedaba más que aguardar paciente hasta acceder
al "Mañana de Balenciaga". Un reloj digital indicaba tu puesto en la
cola. Tras ser admitido, la arquitectura del juego resultó ser un revoltijo de
boutiques modernistas: un búnker de hormigón, El Dorado futurista y un jardín
urbano.
La opción elegida fue hacer
un recorrido por la boutique, cuyo diseño recordaba al buque insignia de
Balenciaga en París, un antiguo garaje de la Rue du Faubourg Saint-Honoré, con
suelo gráfico, estanterías de acero inoxidable brillantes y perchas
tecnológicas.
El mundo virtual entremezclaba modelos,
maniquíes y avatares que lucían la colección Otoño 2021 diseñada por el
director creativo de Balenciaga, Demna Gvasalia. Otra colección de ropa llena
de fuerza del diseñador georgiano. Trajes de lana oversize al más puro estilo
estrella de rock; blazers de calicó; gabardinas gigantescas que parecían tres tallas
más grandes; abrigos tipo espía con los hombros muy anchos; todos ellos con
mangas que se extendían hasta las puntas de los dedos.
Casi todo el elenco lucía
elementos de la armadura artúrica: grebas metálicas, escarpes y musleras.
Aunque todos ellos diseñados con un material lacado mucho más ligero que el
acero. Cada modelo posaba como si estuviera listo para un iniciar combate real
en el juego Age of Tomorrow de Demna.
La colección derrocha
actitud por todos lados. Ningún diseñador trabaja el volumen con tanta
credibilidad como Gvasalia, cuya estética logra emular la frescura del centro
urbano y un cierto halo de heroísmo.
Además, los amantes de sus
logos tendrán donde elegir en esta selección de prendas: desde camisas blancas
con el nombre de Balenciaga escrito como si fuera una lata de aceite hasta
bolsos de Balenciaga de la NASA. De hecho, el punto álgido de la exhibición
fueron los anoraks plateados de astronauta y las chaquetas azules de la
NASA.
Aunque la colección era una
declaración de moda fuerte y clara, el viaje virtual parecía un desvío
innecesario. Los que hayan sido testigos del paso del último presidente
católico, JFK, por la Casa Blanca, tendran dificultades para manejarse en este
enrevesado videojuego. Imposible no acabar en almacenes grises o detrás de los
arbustos. Lo que se anunciaba como una "alegoría del 2031" fue
ciertamente muy difícil de entender.
Pero hay que felicitar a la
casa por atreverse con un nuevo formato en medio de una pandemia que obligó a a
cancelar toda la temporada de pasarela
Además, al Rey Arturo y a Cristóbal les habría encantado esta ropa.
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