No. 21 muestra la decadencia burguesa de Milán en su colección pre-fall 2021

La última colección No. 21 podría verse como el regreso de Marilyn Monroe, con su próxima parada en Milán.


Una colección del diseñador Alessandro Dell’Acqua, que da un giro a lo que mejor se le da, la decadencia burguesa de Milán, en sus creaciones de pre-fall 2021 para su marca No. 21.

Una versión vanguardista de Norma Jean, a quien vemos por primera vez con su cabello rubio cayendo sobre su hombro, con una combinación de pantalones cortos y camisa, mostrando sus interminables piernas y todo esto acompañado de un blazer masculino a cuadros de pata de gallo.

Luego, vemos a la chica de pie frente a un espejo con un suéter de cachemir amarillo con un motivo de labios de cristal rojo brillante, poniéndose pintalabios en un baño. Los legendarios labios carnosos de Monroe incluso aparecieron como una serie de besos en unos tacones altos que se quita la modelo con indiferencia en su tocador.

El chico y la chica de No. 21 deambulan por una serie de baños y suites, antes de que la señorita Monroe finalmente salga fuera, de pie en una mesa de una terraza del Hotel Excelsior Gallia, mirando al punto de entrada de varias modelos jóvenes a Milán, la Stazione Centrale de la era Mussolini.

“Dediqué esta colección a Marilyn Monroe porque reconozco en ella una actitud bastante moderna hacia la sensualidad. A pesar de su reputación de 'rubia tonta', creo que Marilyn encarnaba una forma sana y natural de sensualidad. Gustaba a los hombres y no provocaba alarma en las mujeres, ya que, como la definió Truman Capote, era 'una niña hermosa' en cuya actitud y comportamiento espontáneos otros encontraban 'una especie de explosión sexual de platino'”, explicó Dell'Acqua.

“Por eso utilicé todos los elementos estándar de la sensualidad femenina, desde sujetadores hasta escotes pronunciados, desde bodys hasta culottes, desde abrigos grandes sin nada debajo hasta faldas de tubo y corpiños metálicos... todo mientras capturaba una expresión simplificada de feminidad que pertenece mucho al mundo de hoy: la perfecta naturalidad”, añadió el diseñador napolitano afincado en Milán.

A pesar de la insinuación de una cita ilícita en un hotel extranjero, las fotografías y el estado de ánimo tienen cierta inocencia y feminidad, incluso cuando la femme fatale toma el ascensor en un cóctel de encaje negro escotado en el camino hacia la lavandería del sótano inferior.

Mientras que el chico, de apariencia “gender-bending”, aparece con sudaderas cortadas o suéteres de mohair terminados con cuellos de punto acanalado, aunque Marilyn lleva esta última prenda con un sujetador de cristal rosa, mientras se desploma en la cama de su habitación de hotel retro de los años 50.

Respecto a los zapatos, Dell’Acqua viste a Norma Jean Mortensen, para decir su apellido de soltera, con sandalias de terciopelo morado con tacón de aguja y hebillas de cristal grueso, tacones altos de raso rojo y fuertes plataformas de charol.

Decadencia burguesa mezclada inteligentemente con la icónica sesión de fotos de Marilyn de 1962 de Bert Stern, fotografiada en la suite número 261 y el bungalow 96 del hotel Bel-Air en Los Ángeles para la revista Vogue.

Las imágenes aparecían en la edición de septiembre de la revista, que fue impresa el 6 de agosto, un día después de que Monroe, la mayor estrella de cine de todas, fuera encontrada muerta por una sobredosis de barbitúricos.

Adiós Norma Jean. Aunque nunca te conocí en absoluto. Tuviste la elegancia de mantenerte en pie, mientras los que te rodeaban se arrastraban.

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