El pasado domingo 11 de abril, la pasarela madrileña ponía punto y final a su 73ª edición, la segunda cita de la capital con la moda desde el inicio de la pandemia. De nuevo en formato híbrido, una solución intermedia que permite a Ifema proponer desfiles presenciales con una asistencia reducida al 30 % y su retransmisión en streaming a través de su plataforma online y redes sociales, el evento ha marcado la reanudación de la organización de ferias y pasarelas en la institución madrileña.
Tal y como anticipó la organización de los desfiles el pasado mes de enero, el objetivo no fue otro que "generar el entorno sociosanitario más seguro tanto para diseñadores, patrocinadores como para asistentes al evento", por lo que en la nueva dinámica de shows de moda madrileños no faltó el gel hidroalcohólico por doquier, además del uso generalizado de mascarillas y la realización de tests de antígenos a todos los participantes y asistentes.
En este contexto
un tanto inusual, la MBFW Madrid arrancó el pasado jueves 8 de abril, con los
desfiles de los consolidados Andrés Sardá,
con las propuestas de lencería creadas por Nuria Sardá y Maya Hansen, quien
regresó con sus clásicos corsés después de varias temporadas de ausencia. Ambas marcas
presentaron sus últimas colecciones en formato performance ante la proyección
de sus fashion films; mientras que las firmas Pablo Erroz y Otrura pisaron por
primera vez la pasarela madrileña. Esta última, la marca de sastrería
contemporánea impulsada por Sergio Lázaro y Verónica Abián, se alzó con el
premio a la mejor colección otorgado por L'Oréal Paris.
Por su parte, la
marca sevillana de costura a medida Fernando Claro hizo gala de su inspiración
torera, con prendas fluidas que mezclaron flecos y vestidos de aires andaluces;
mientras que el diseñador gallego Roberto
Verino quiso defender la idea de "calidad en lugar de
cantidad", con una propuesta que invitaba a reflexionar sobre las compras
de moda. La sastrería tradicional y los conceptos más urbanos y deportivos se
dieron cita, finalmente, en la presentación de la firma García Madrid.
La segunda
jornada del evento se reservó los shows de algunos pesos pesados del sector
como la diseñadora Ágatha Ruiz de la Prada, quien aseguró a Efe que "la
gente está completamente despistada, lleva un año vestida en
chándal", abogando por un "replanteamiento global" del
sector de la moda, antes de presentar una colección extensa compuesta por 50
coloridos looks.
Así, el espíritu
festivo llegó también de la mano de los vestidos de fiesta de Hannibal Laguna o de las propuestas con
materiales tecnológicos de doble uso de Custo Barcelona. "Esta situación
se está alargando mucho. No sé cuánto más puede resistir la gente. Estamos al
límite", afirmó el diseñador catalán a la agencia de noticias, explicando
su preocupación dado que "la ropa es una compra emocional y social y
precisamente son dos de los ámbitos afectados".
Por su lado, la
subversiva marca Brain&Beast no se perdió la cita, presentando un
"homenaje" a sus momentos de felicidad; al tiempo que la marca Maite
by Lola Casademunt, habitual de la pasarela 080 Barcelona Fashion,
hizo su debut en Madrid con una colección inspirada en el barrio londinense de
Chelsea. Asimismo, el creador andaluz Ernesto Naranjo apostó por una colección
atemporal, nombrada con el número "007" y presentada en formato
digital, que reflejó un espíritu "combativo y rebelde".
El último día
dedicado a los desfiles de diseñadores consagrados, el pasado sábado 10 de
abril, contó con la presencia de Ángel Schlesser, firma que trató de
"empoderar a la mujer" a través de prendas con un discurso de
diversidad e inclusividad. Asimismo, la jornada contó con un desfile cargado de
representación institucional, algo que no es habitual en los pabellones de
Ifema cuando se habla de moda. Con una colección de prendas confeccionadas por
12 mujeres víctimas de la trata, desarrollada en colaboración con la asociación
Apramp, Ulises Mérida dio cita a la ministra de Igualdad, Irene Montero; al
ministro del Interior, Fernando Grande Marlaska; la vicepresidenta del
Gobierno, Carmen Calvo; o la vicealcaldesa de la ciudad, Begoña Villacís. Por
su parte, la mujer del presidente del Gobierno, Begoña Gómez, no se perdió el
show de la firma artesanal Guillermo Décimo.
Tampoco
faltaron la firma de costura valenciana Isabel Sanchís, cuya
diseñadora aseguró sobre la adaptación a los nuevos formatos de pasarela que
"se echa de menos la parte presencial, pero con el streaming se puede
llegar a un público más amplio"; o la marca Mesa, detrás de la que se
encuentra Juan Carlos Mesa, también director creativo de Angel Schlesser.
Después de haber lanzado un mensaje reivindicativo con la firma especializada
en diseños de eventos y ceremonias, junto a celebridades como la actriz
Cayetana Guillén Cuervo, el creador propuso una rave social en el desfile de su
marca homónima.
Finalmente, el
domingo 11 presentó las propuestas del programa EGO, dedicado a los talentos
emergentes. Protagonizaron la jornada las propuestas de Corsicana, Reparto
Studio, Sergio Villasante, Velásquez, Georgiela Studio, Montenegro y la firma
colombiana Rubearth, que resultó galardonada con el premio Mercedes-Benz
Fashion Talent, dotado de 3000 euros.
Un total de 4
intensos días dedicados a la moda española que dejan paso a la celebración de
Madrid es Moda, una semana de actos en la capital dedicada a dinamizar el
sector que representa el 2,8 % del PIB nacional.
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