La diseñadora parisina Isabel Marant convirtió este jueves París la pasarela en una playa al presentar su colección primavera-verano, cargada de bermudas, sudaderas y pantalones cortos de patinadoras.
Casi treinta años después de
su fundación, la firma de la parisina que se impuso en la escena internacional
en los años 90 con su estilo informal vive un renacimiento tras la creación de
la línea masculina y el lanzamiento de su web de venta de ropa de segunda mano.
A esto se suma ahora que
Marant, de 54 años, ha decidido ceder la creación de las colecciones hombre y
mujer a su mano derecha, la diseñadora holandesa Kim Bekker.
Así, la colección mostrada este
jueves sería la última de Marant como diseñadora creativa de su propia
“maison”.
Y para despedirse, una silueta
más propia de adolescentes surferos: bermudas estampadas, cazadoras con capucha
y “crop tops”.
El rosa, el naranja y el
blanco fueron la paleta de colores elegida en tejidos impermeables y
brillantes.
Por debajo de los petos y
junto a pantalones vaqueros con aplicaciones brillantes se vieron las blusas de
encaje y bordado inglés que en los últimos años han conquistado las pasarelas y
las tiendas más comerciales.
Las sandalias de playa se
alzan con plataformas de madera y cuerdas brillantes, y las riñoneras se
convierten en bolsos de noche.
Marant se llevó un largo
aplauso por parte del público, aún escéptico de que la diseñadora más querida
de las parisinas vaya ya a decir adiós.
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