Bóboli crece un 8% en 2021 y roza las ventas pre-Covid

La compañía de moda infantil, que celebra este año su cuarenta aniversario, facturó 38 millones de euros en el último ejercicio, cerca de los 40 millones de antes de la pandemia. La empresa también se ha marcado nuevos objetivos sostenibles. 

Bóboli se acerca a niveles precrisis. La compañía de moda infantil, con sede en Llinars del Vallès (Barcelona), ha cerrado el último ejercicio con un crecimiento del 8%, alcanzando una facturación cercana a la de 2019.

En el año fiscal terminado en septiembre, la empresa facturó 38 millones de euros, frente a los 40 millones de euros de 2019. La compañía atribuye este descenso respecto a antes de la pandemia a las restricciones que estuvieron vigentes durante buena parte del año fiscal, especialmente en la recta final de 2020 y principios de 2021.

En 2020, la compañía contrajo su facturación sólo un 9% y logró mantener los números negros, principalmente gracias al canal online, que pasó de copar el 5,5% de las ventas a superar el 11%.

Bóboli concentra buena parte de su distribución en el canal multimarca, con el que tiene presencia en setenta países. En el último año, la compañía ha incluido a sus clientes multimarcas en el proyecto de omnicanalidad que está poniendo en marcha en Europa, poniendo el stock de las tiendas a disposición del ecommerce y dándoles visibilidad como punto de recogida.

En el canal retail, Bóboli opera con cincuenta tiendas en España y medio centenar de corners en El Corte Inglés, tras abrir un nuevo espacio en el centro de Lisboa. En el ecommerce, además de sus propias plataformas, la compañía opera en Zalando, La Redoute y Amazon, y ha entrado recientemente en el marketplace Allegro, en Polonia y la plataforma multimarca online de Tendam.

Aunque el ejercicio se ha visto sólo parcialmente afectado por la crisis en la cadena de suministro, la empresa subraya que ha logrado “sortearla satisfactoriamente” con “soluciones que han facilitado la flexibilidad en las entregas”.

Bóboli nació en 1981 bajo el nombre de Star Textil, como una compañía especializada en género de punto. A partir de la década de los noventa, la empresa se focalizó en Bóboli y comenzó su desarrollo internacional. En 2014, Bóboli completó su revelo generacional con el nombramiento de Mónica y Arancha Algás, hijas del fundador de la compañía, como nuevas consejeras delegadas.

Nuevas metas sostenibles

Coincidiendo con la comunicación de sus resultados, Bóboli también ha trazado un paquete de objetivos sostenibles, que empiezan por obtener la certificación B-Corp en 2024, que reconoce a empresas con altos estándares de desempeño social y ambiental, así como de transparencia y responsabilidad.

Bóboli también aspira a que, en 2024, el 50% de toda la colección esté confeccionada con materias primas sostenibles, que en 2022 todos los materiales de packaging sean reciclados o procedentes de bosques sostenibles y que, en 2024, el 90% del consumo de energía renovable en las instalaciones (incluyendo sede central, logística y tienda).

La empresa también destinará 40.000 euros al año, revisables anualmente en función del resultado, a ONG dedicadas a velar por la infancia, así como a mejorar las condiciones laborales de las mujeres en los países de origen de las producciones.

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