Justo cuando pensábamos que podríamos ahogarnos entre todo el loable menswear sostenible presentado en Milán, llega Dolce & Gabbana para despertar a toda la ciudad con un poco de moda al estilo Machine Gun Kelly el sábado.
Incluso antes de que comenzara
la temporada este viernes, Kelly y su prometida Megan Fox causaron sensación en
la capital de la moda italiana cuando los paparazzi la captaron saliendo de la
sede de Dolce & Gabbana luciendo un anillo de diamantes gigantes, recién
llegados de su reciente propuesta de matrimonio en Puerto Rico.
El rockero y rapero
estadounidense abrió y cerró el show, primero con un traje de color marfil
reluciente con una chaqueta cruzada de ocho botones, y por último con un traje
negro tachonado de estrellas con pantalones pitillo y una chaqueta oversize. De
alguna manera, parecía que le habían teñido el cabello de rubio platino a rojo
celta durante el show.
En su pase final, Machine Gun
incluso se quitó la chaqueta y se la entregó galantemente a Megan, en la
primera fila. Fox fingió entonces un desmayo.
Kelly también interpretó
algunas de sus mejores canciones, tocando el órgano y la guitarra, culminando
con “Bloody Valentine”.
En todo momento, tanto en el
fondo como en la pasarela, se mostraban vídeos gigantes de gráficos de graffiti
y patrones de agitprop. El mismo grafiti fue utilizado en unos fantásticos
abrigos, acolchados, sobrecamisas y gigantescos pantalones cargo estilo futura
2000, del Lower East Side.
Algunos de los plumíferos y
abrigos eran tan monumentales que hacían que Balenciaga pareciera
minimalista. Pero la colección también estaba repleta de logos de DG, vistos en
tejidos gruesos, abrigos sacerdotales con monograma, gorros de esquí y bolsas
enormes. Muchos logos mostraban el D&G ahora descontinuado de los años
2000.
Justo cuando los gráficos
empezaban a volverse abrumadores, Domenico y Stefano cambiaron repentinamente
de equipo y mostraron una sastrería perversamente bien cortada: esmóquines
envolventes perfectamente colocados, llevados con mallas; chaquetas bomber de
terciopelo con los hombros extrañamente anchos y chaquetas rectas con solapas
invertidas.
Tratándose de Dolce &
Gabbana, tenía que haber ropa interior ajustada llevada por chicos con
impresionantes abdominales, en esta ocasión combinada con batas de campeones de
boxeo y abrigos de dioses del rap con cuellos de piel.
La colección tenía unos 10
looks de más, pero en realidad eso no importó, ya que el show fue impulsado por
la banda sonora de Kelly.
“The simulation just went bad.
But you're the best I ever had. Like hand prints in wet cement. She touched me
it's permanent”, cantó el rockero de hip-hop de Cleveland.
Obteniendo un gran rugido y
salvando casi él solo una temporada demasiado tranquila en Milán, el cantante
salió a saludar con el dúo de diseñadores.
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