Prada vuelve en plena forma. Miuccia Prada y Raf Simons presentaron su mejor colección de ropa masculina hasta la fecha, vestida por el mejor elenco de la ciudad durante un soleado domingo en Milán.
Kyle MacLachlan abrió el
desfile con un abrigo de corte exagerado, como un duque que regresa de una
exitosa excursión de negocios. Jeff Goldblum lucía un abrigo negro mate,
acabado con enormes brazaletes de astracán sintético y un ribete extremadamente
ancho.
Mientras Kyle desfiló con aires
patricios, "bien dans sa peau", Jeff balanceaba sus brazos con
ritmo como un nadador sobre un ligero oleaje. En un estilismo perfecto, el
abrigo azul oscuro de MacLachlan contrastaba elegantemente con unos pantalones
ligeros de color azul carolina y unos guantes de cuero.
Todo ello magníficamente
escenificado en la sala principal del Depósito de la Fondazione Prada, decorado
como una catedral cinematográfica con una alfombra verde pálido que también
trepaba por las elevadas columnas de hormigón.
El maquillaje pálido, cortesía
de Pat McGrath, contribuía al aspecto
cinematográfico del reparto, que recordaba al de grandes estrellas de la época
del cine mudo. No es de extrañar, ya que también había una curiosa mezcla de
actores consolidados y nuevos, como Thomas Brodie-Sangster, Asa Butterfield,
Damson Idris, Tom Mercier, Jaden Michael, Louis Partridge, Ashton Sanders y
Filippo Scotti.
a clave de esta colección fue
la sastrería, en un desfile en el que Miuccia y Raf anunciaron el fin de la era
sin forma del streetwear de lujo amplio. Vimos varias chaquetas protagonistas
de doble botonadura con botones completamente ocultos; abrigos de fieltro
espumosos y abrigos de espía de estilo expresionista alemán con hombros muy
anchos en rojo quemado, gris cañón o azul prusia.
"La colección celebra la
idea de trabajar, en todos los ámbitos y significados. Es algo práctico y
cotidiano. Pero aquí la forma es importante. No es casual. A través de estas
prendas, destacamos que todo lo que hace un ser humano es importante. Todos los
aspectos de la realidad pueden ser elegantes y dignos. Elevados y
celebrados", dijo Miuccia en un comunicado.
El backstage se cerró debido
al coronavirus.
A los pocos minutos del
desfile, los quejumbrosos guerreros de Diet Prada afirmaban que Raf y Miuccia
habían copiado la voluminosa silueta de Balenciaga. Comparándola con un look
de Balenciaga que, para el ojo inexperto, tenía ciertas
similitudes con uno de los abrigos actuales de la Stasi (Ministerio para la
Seguridad del Estado de la República Democrática Alemana).
Si se observa con
detenimiento, la estética eslava de tienda de segunda mano de Balenciaga
distaba mucho del pulido lujo italiano de Prada. Pero siempre habrá quienes se
quejen.
Por lo demás, la colección de
Prada ofreció varios trajes espaciales de nylon de alta tecnología y monos que
resultaban perfectos para combinar con un contador Geiger en una planta
radiactiva. Todo adornado con mochilas y carteras a juego.
El desfile se completó con
varios abrigos globo confeccionados con el nylon característico de la marca y
en tonalidades muy sugerentes. Casi todos los looks incluían alguna versión del
logotipo de Prada en forma de V, hasta las absurdas cartucheras mini a la
espalda.
En un evidente toque de
atención a los críticos de Simons que dicen que ha abaratado la marca con los
interminables símbolos de V, que incluyen pendientes en forma de V, la pareja
propone pendientes mini en forma de robot de juguete para los chicos.
Acompañado por una gran banda
sonora a cargo de Human League, esta fue sencillamente la declaración más
importante de la moda masculina en lo que va de 2022. Así de claro.
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