El minimalismo asoma en la pasarela entre luces y sombras

La tercera jornada de la 75ª edición de la pasarela madrileña ha estado marcada por el minimalismo, que asoma a la pasarela entre luces y sombras con las propuestas de Angel Schlesser y Fely Campo, firmas que defienden el menos en más, la austeridad y la comodidad, en definitiva la líneas puras.

Mujeres como Carolyn Bessette, Christy Turlington o Gwyneth Paltrow pusieron de moda el minimalismo, abrazaron la sencillez y entraron en la lista de las más elegantes.

Salvando las distancias, (que son grandes), tres décadas después, el minimalismo regresa a la pasarela según la propuesta del dúo creativo Cristina Munuera y Jaime Beltrán, ahora al frente de la firma Angel Schlesser, tras el paso de Juan Carlos Mesa, Daniel Rabaneda y Carmen González.

"Queríamos volver a la esencia de la firma y poner en valor la sostenibilidad", señala Beltrán que recuerda que el señor Angel Schlesser "es el minimalismo de España".

Así, sobre la pasarela se han visto un estilo sobrio, serio, y atemporal en prendas versátiles que pueden combinar con facilidad mujeres de edades diferentes para el día a día. Solo cuatro propuestas de noche.

Como novedad en las 32 salidas han sido las dos propuestas para hombre que ha lucido Manuel Romo, Míster Internacional España 2020. "Queremos jugar y probar un poco, rejuvenecer la firma", añade Munuero, quien matiza, "queremos volver a los orígenes". Y precisamente, el señor Angel Schlesser empezó haciendo moda masculina.

A Schlesser le ha seguido Claro Couture, con una colección nocturna, barroca, excesiva, opulenta y pecando de transparencias.

El minimalismo ha vuelto a la pasarela con la diseñadora Fely Campo (Salamanca, 1959), que tras cuarenta años de profesión, debuta en la pasarela de Madrid con un colección que tiene patronaje.

Ha presentado "Diafonía", un prêt-à-porter para la temporada de otoño-invierno 2022-2023, inspirada en el paisaje salmantino de los Arribes del Duero.

"Presento una colección de abrigos en contraste con vestidos vaporoso, puro minimalismo", explica la diseñadora a quien le gusta trabajar los patrones para que se puedan adaptar a todas las tallas, a cualquier mujer.

"En percha toda mi ropa parece sencilla, pero puesta tiene otro movimiento", señala la creadora que ha querido hacer prendas para "vestir a diario, ropa muy fácil".

Por su experiencia, dice que ahora la mujer demanda ropa que se aleje de la frivolidad, buscan piezas con personalidad, cómoda pero a la vez que tenga sello de identidad, "que te ponga algo, te mires al espejo y te reconozcas".

Considera que unas de las cosas más importantes en moda femenina es que "la mujer de vida al traje, no el traje a ti", dice la diseñadora.

Cree que es muy antiguo adornarse con cantidad de cosas, los complementos en exceso, "los adornos los tenemos dentro, me gusta la ropa femenina, que dé libertad", dice Campo, que recuerda que "la personalidad la tiene la mujer, no la da la ropa"

Ante los acontecimientos que están ocurriendo en Ucrania, Fely Campo ve el mundo de la moda complicado: "tras dos años de pandemia, la gente se ha vuelto loca comprando trajes de fiestas, pero la cosas ya ha cambiado".

Es una convencida de que la moda tiene que ser sostenible, y no porque los tejidos sean reciclados, "sino porque las prendas pasen de armario en armario", advierte.

Ha cerrado el desfile con propuestas de noche ligera, no hay líneas exageradas ni prendas ostentosas de las que te puedas cansar.

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