Barcelona Bridal Fashion Week clausura su edición 2022 entre optimismo y recuperación

Si hay un sector de la moda en el que se estimaba un repunte importante tras el impacto de la pandemia ese es el nupcial. Ante las restricciones de los últimos 2 años, que obligaron a limitar o posponer las celebraciones, 2022 marcará un año récord según las estimaciones del especialista Wedding Report. Alcanzando las cifras más altas desde 1984, se prevén 2,47 millones de bodas (frente a los 1,93 y 1,27 millones de ceremonias registradas en 2021 y 2020, respectivamente) en las que el gasto medio se elevará hasta 24 300 dólares (unos 22 700 euros). Una cifra de enlaces que se mantendrá por encima de los 2 millones anuales, al menos hasta 2025, y que propone un goloso pastel para las empresas y marcas del sector, obligadas por el Covid-19 a pasar 2 ejercicios prácticamente en blanco. Tomando el relevo de la New York Bridal Fashion Week, celebrada en la Gran Manzana a comienzos de este mes, la pasarela y feria Barcelona Bridal Fashion Week regresó al formato físico, entre los pasados 20 y 24 de abril, con el objetivo de reafirmar su papel de capital europea de la moda nupcial.

“Estamos muy satisfechos con este regreso tras los 2 años de pandemia. El balance es muy positivo para los 34 desfiles. Las 320 marcas de la feria han estado vendiendo y las sensaciones son muy positivas”, ha asegurado a FashionNetwork.com la directora del evento Estermaria Laurucia, subrayando “el optimismo que se respira, las ganas de reencontrarse y el agradecimiento de los participantes de poder contar con un evento de referencia en Europa para reactivar la industria”.

Según los datos recogidos por el evento, organizada por Fira de Barcelona con el apoyo del Departament d’Empresa i Treball de la Generalitat de Catalunya, a pocas horas de su cierre, ya había registrado un total de 18 600 asistentes, el 65 % procedentes del extranjero, así como 1170 compradores nacionales e internacionales invitados por la organización. Entre los mercados más importantes para el sector, la organizadora ha destacado Europa, Latinoamérica, China y Estados Unidos. “Barcelona es el ‘place to be’ en esta industria. Defendemos que la moda nupcial es moda a todos los efectos”, ha argumentado.

Ante la necesidad de dinamizar el sector, después de varios aplazamientos y propuestas híbridas durante la pandemia, el evento organizó una gala especial con sus marcas fieles el pasado mes de octubre, pero su vuelta en formato clásico de pasarela y feria se ha hecho esperar hasta su habitual cita en abril. “No nos hemos olvidado del todo de la pandemia, pero nadie está dispuesto a pararse de nuevo”, ha afirmado sobre la “convivencia con el Covid-19”. Además, la apertura del evento coincidió con la primera jornada exenta de mascarillas obligatorias en interiores, actuando como un impulso más de optimismo entre los asistentes.

“La línea que separa online de offline es cada vez más suave y la moda nupcial está obligada a encaminarse hacia iniciativas digitales y conectadas. Pero esta parte no tiene que reproducir la experiencia física, sino que cada propuesta ha de tener su espacio”, ha explicado Laruccia sobre el nuevo formato de evento mixto, con el que la plataforma BBFW Digital Experience, que ya suma más de 40 000 visualizaciones, seguirá operativa hasta el próximo 20 de junio.

Un nuevo concepto adaptado a las novias

“La feria física no es reemplazable, especialmente desde el punto de vista profesional, pero el online es un soporte para alargar el tiempo de conexión. Es muy útil en la industria nupcial, donde ahora todas las empresas son más prudentes y han extendido sus tiempos de compra”, ha explicado, apostillando que “el replanteamiento del concepto” también permite llegar de forma directa al consumidor final, cosa que hasta ahora no era posible. “Estamos pasando de una industria BtoB a BtoBtoC. Al final, quienes están reactivando esta industria son las novias y tenemos que dirigirnos a ellas. Durante una temporada, casarse se vio como algo pasado de moda. Esta percepción ha cambiado, la ceremonia ha vuelto a abrirse a los jóvenes y se están experimentando nuevos fenómenos”, ha asegurado la responsable, citando el caso de los dobles vestidos o las segundas bodas.

Un factor clave en esta apertura mediática y de horizontes ha sido, desde hace varias ediciones, la invitación de firmas de renombre internacional. En esta edición, dos de los platos fuertes llegaron en la jornada inaugural con los shows de la colaboración entre la firma americana Marchesa y los holandeses Viktor&Rolf, que hicieron desfilar por primera vez los diseños de su línea nupcial, acompañados de una antología de vestidos de novia procedentes de sus colecciones de Alta Costura.

Igualmente, el impacto fuera de nuestras fronteras también estuvo garantizado por el esperado desfile de Atelier Pronovias, celebrado en un festivo Pabellón de Italia, a escasos metros de la Fuente Mágica de MontjuÏc. Inspirada en Versalles, la colección diseñada por Alessandra Rinaudo contó con 44 vestidos fabricados en España. Elaborados a mano con tejidos franceses e italianos y diseñados para mujeres de edades y cuerpos diversos, se caracterizaron por sus mangas desmontables, las capas con volantes, los corpiños de encaje, las largas colas o los escotes destacados. El más fotografiado no fue otro que el encargado de poner el broche final, lucido por la emblemática modelo española de los 90 Esther Cañadas, quien volvió a subirse a la pasarela a los 45 años. Además, el diseño formó parte de los 3 NFT presentados en edición limitada para acompañar la colección.

La internacionalización, en el objectivo

No fue la única propuesta del Grupo Pronovias, propiedad de BC Partners desde 2017, que también organizó el desfile de la italiana Nicole Milano. La marca, que entró a formar parte de la cartera de Pronovias hace 5 años, apostó por una colección romántica inspirada en el arte, firmada por su directora creativa Nicole Cavallo.

Por su parte, otra de las firmas nacionales de referencia, Rosa Clará presentó su colección Couture 2023 en un desfile de líneas depuradas y acabados elegantes, en el que no faltaron los vestidos midi o los looks minimalistas de crepé elástico o de mangas ajustables. Con 27 años de trayectoria y una presencia internacional de 4000 puntos de venta en 80 países, la marca se congratuló de su regreso a la pasarela asegurando ya haber superado las cifras de facturación previas a la pandemia.

Hubo más protagonistas españoles en el cartel: los volúmenes de Isabel Sanchís, el estilo bohemio y rockero de Yolancris, los colores y transparencias de los tinerfeños Marco & María, las líneas arquitectónicas de Sophie et Voilà o los bordados de técnicas ancestrales andaluzas de Nicolás Montenegro. En el ámbito de las propuestas de caballero destacaron la emblemática firma de sastrería italiana Carlo Pignatelli y la española Ramon Sanjurjo.

Consultada sobre sus planes de futuro, los próximos invitados estrella y la idea de encontrar a un nuevo patrocinador oficial, tras el adiós de la suiza Valmont, Estermaria Laruccia no se cierra posibilidades. “Tenemos las puertas abiertas y estamos valorando todas las opciones. No queremos encerrarnos en un único concepto”, ha concluido. Es si, las fechas de la próxima cita ya están decididas: del 19 al 23 de abril del 2023.

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