Tras el Festival de Cannes, el Salón del Mueble de Milán y Art Basel en Miami, el lujo y la moda han puesto sus ojos en un nuevo campo de juego: Venecia y su Bienal de arte. Entre cenas sociales, fiestas, iniciativas culturales, proyectos artísticos o simples patrocinios, las grandes casas y marcas anuncian su presencia en la laguna, en plena inauguración de la 59ª Exposición internacional de arte contemporáneo, que se celebrará hasta el 27 de noviembre, entre el Arsenale y los Giardini.
Por supuesto, el
arte y la moda siempre han estado vinculados, tejiendo puentes creativos cada
vez más fuertes entre un mundo y otro. Pero nunca antes, como en esta
primavera, el mundo del lujo había invertido tanto en este gran acontecimiento
del panorama artístico contemporáneo. Desde hace tiempo, los principales grupos
de moda han comprendido la importancia del papel del arte en el ámbito de la
moda y han creado cada uno su propia fundación. En Venecia, en concreto,
destacan la Fundación Pinault, con sus colecciones de arte contemporáneo en el
Palazzo Grassi y la Punta della Dogana, o la Fundación Prada,
alojada en el palacio Ca' Corner della Regina, en el Canal Grande.
Esta última
acaba de inaugurar, en paralelo a la Bienal, la exposición "Human Brains:
it begins with an idea", que explora las múltiples disciplinas en torno a
la noción de cerebro, desde la neurociencia hasta la inteligencia
artificial. Bottega Veneta, marca del grupo Kering,
se ha unido a la colección Pinault, apoyando las actuaciones de los coreógrafos
William Forsythe, Lenio Kaklea, Ralph Lemon y Pam Tanowitz, inspiradas en la
exposición "Bruce Nauman: Contrapposto Studies", abierta hasta
noviembre en la Punta Della Dogana. Matthieu
Blazy, el nuevo director artístico de la compañía, diseñó el
vestuario de los bailarines y organizó una cena de gala para una serie de
distinguidos invitados, entre ellos la comisaria de la Bienal, Cecilia Alemani.
Al mismo tiempo,
la marca acaba de lanzar una colección cápsula de bolsos inspirados en las
máquinas de escribir Olivetti y en su famoso showroom-boutique veneciano,
diseñado en 1958 por el arquitecto Carlo Scarpa, donde se rodó la campaña de
lanzamiento. La marca eligió Venecia para presentar la primera imagen de su
nueva campaña publicitaria con un plano gigante realizado por el modelo y
fotógrafo Malick Bodian, de pie frente a la iglesia de San Geremia.
Los dos motores
del gigante LVMH, Dior y Louis Vuitton,
no se quedan atrás. Dior se unió a la fundación Venetian Heritage, una
organización sin ánimo de lucro cuyo presidente no es otro que el
arquitecto Peter Marino, diseñador de las tiendas de la
marca entre otras cosas, para organizar una velada con el fin de recaudar
fondos para la restauración del palacio Ca' d'Oro y para los refugiados
ucranianos en Italia. También mecenas de Venetian Heritage, Louis Vuitton
organizó una cena de gala para financiar la conservación del histórico palacio
de la ciudad de los Dogos.
Al mismo tiempo,
la casa invitó a la artista alemana Katharina Grosse a exponer su obra,
incluida la instalación "Apolo", en su espacio de Louis Vuitton
Venezia. También tomó ocho quioscos históricos venecianos restaurados para
presentar, junto a la prensa habitual, la colección completa de sus ediciones
de viajes "City Guide", "Fashion Eye" y "Travel
Book". Por su parte, Valentino,
que patrocina por primera vez el pabellón italiano en la bienal, también
organizó su velada VIP.
Otra iniciativa
especial fue la de Chanel, que reunió en Venecia a los 10 primeros ganadores de
su premio cultural Chanel Next, procedentes de 11 países y activos en los campos del
diseño, el cine, el teatro y las artes visuales. ¿El objetivo de la operación?
Sumergir a estos creativos en el estimulante ambiente de la Bienal de arte
mediante una visita previa a la exposición y encuentros con los artistas
expuestos. Por supuesto, el programa también incluía una cena para celebrar
esta primera promoción en compañía de algunos miembros ilustres del jurado,
como la actriz escocesa Tilda Swinton y el arquitecto británico-ghanés Sir
David Adjaye, además de otras personalidades. Una vez más, una buena
oportunidad para lucirse en Venecia, activando sus redes y su imagen de marca.
Por último, cabe
mencionar dos interesantes proyectos culturales respaldados por marcas de moda.
El primero es la exposición AllTogether, patrocinada por el especialista
italiano de jeans Diesel, que presenta en Venecia la colección de la Fundación
Tom of Finland, el artista emblema de la cultura gay, cuyo segundo capítulo
será presentado a partir del 8 de mayo en el The Community Centre de Pantin,
cerca de París.
La segunda
iniciativa es la de la marca italiana de cuero Drome, de la diseñadora Marianna
Rosati, que apoya el proyecto de la artista francesa Pauline Curnier Jardinun,
que ha creado una instalación comunitaria permanente en colaboración con las
reclusas de la prisión femenina veneciana de Giudecca. En esta ocasión, Drome
organizó dos talleres, en los que la directora creativa y su equipo realizaron
una serie de retratos con algunos de los internos, dentro del espacio que
crearon con Pauline Curnier Jardin. La instalación, presentada durante la
Bienal de Venecia, fue creada en el marco del Lofoten International
Art Festival, que se celebrará en septiembre.
Estos múltiples
compromisos durante esta 2022 edición de la Bienal de arte veneciana confirman
la voluntad de la moda y el lujo de posicionarse lo más cerca posible de los
grandes eventos artísticos internacionales, surfeando sobre la dinámica
excepcional que generan, al tiempo que permiten a las marcas afinar su imagen
de benefactores que apoyan tanto a los artistas como al patrimonio de una de
las ciudades turísticas más populares del mundo.
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