Una enigmática Kristen Stewart abrió este martes el desfile de Chanel en París, con un vídeo realizado por la marca que puso en valor la estética surrealista y misteriosa que Coco Chanel creó en el vestuario de la película "El año pasado en Marienbad", inspiración de esta colección.
En el vídeo de
la colección primavera-verano 2023, la actriz estadounidense, de 32 años y
embajadora de la firma, aparece en blanco y negro abandonando la mítica sala de
cine Le Champo, en el Barrio Latino, tras la proyección de la película
vanguardista de la Nouvelle Vague que dirigió Alain Resnais en 1961.
Mientras las
imágenes del filme rodeaban la pasarela con unas pantallas gigantes, más de
medio centenar de estilismos para la próxima temporada estival revelaron la
apuesta de la "maison" francesa por volver a siluetas fluidas y
elegantes con el blanco y negro como protagonistas.
Tan solo algunos
toques de rosa, crema y tonos pasteles destacaron por encima del binomio
estrella de la marca, colores que también impuso la creadora de Chanel en sus
orígenes.
Hoy, con la
diseñadora Virginie Viard al frente del diseño creativo, las faldas se
recortaron y se llevaron con mucho vuelo, en algunos casos muy minis, una
propuesta cada vez más reclamada en las últimas pasarelas.
El vuelo se
repitió en las chaquetas, con un ligero corte de saharianas y alargadas hasta
la cadera, con bolsillos y cinturón ajustado, como la que viste la propia
Stewart en el vídeo a modo de cortísimo vestido.
Ganaron también
terreno los vestidos camiseros, por un lado en los clásicos trajes de
"tweed", más ligeros que otras ocasiones, con escote de camisa y
solapa fina, pero también en vestidos de seda, más alargados en la falda.
El juego de
volúmenes opuestos funcionó muy bien en la propuesta de monos de pata ancha
sobre tops ajustados, o en chaquetas masculinas sobre prendas mucho más cortas
y ajustadas, en lamé dorado y crepé negro.
La sobriedad del
blanco y el negro, y la dulzura de los tonos amarillos y rosados recibieron una
dosis extra de sofisticación con las lentejuelas y plumas que abundaron en esta
colección, como un vestido blanco con lentejuelas metalizadas y un filo de
volantes de pluma en el bajo.
Como punto
sensual, los pronunciados escotes en la espalda y la presencia recurrente del
escote "halter", marcando hombros.
Las estrellas de los años 20
Lazos, perlas y
brillantes decoraron los trajes y accesorios de esta colección, en la que
también destacaron calcetines brillantes por debajo de la rodilla, que parecían
botas.
Siguiendo las
consignas de Resnais, que le pidió un vestuario que evocara las estrellas de
los años 20, década en la que la diseñadora había de hecho modelado el
estilismo de las clases altas de París, Chanel convirtió a la actriz Delphine
Seyrig, la protagonista de la película, en la encarnación de la sofisticación.
Ese aura
-"allure", como dicen los franceses- a medio camino entre sueño y
realidad, se sintió este martes en la pasarela, en esta última jornada de la
Semana de la Moda de París.
"Hasta
Brigitte Bardot vino a ver a Gabrielle Chanel para que le hiciera 'el vestido
de Marienbad'", se decía, sobre el éxito de esta película, hito del
vestuario de cine, que contaba la historia de un hombre que intenta convencer a
una mujer de que el año anterior habían tenido una aventura.
Al desfile, que tuvo
lugar en el Grand Palais efímero situado frente a la Torre Eiffel, no faltaron
algunas de las fieles seguidoras de la firma, como las actrices Diane Kruger y
Anna Mouglalis, o la cantante surcoreana Jennie, entre otras.
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