Desde soluciones radicalmente innovadoras que cuidan del planeta desde el espacio a productos cotidianos como tampones con CBD para reducir el dolor menstrual.
Una selección de
las ideas de negocio más impactantes del momento actual para resolver
problemas sin cubrir en el mundo, como los dolores menstruales de millones de
mujeres con productos naturales o un control eficaz del agua que se vierte en
espacios naturales para evitar su deterioro o conocer cuánto contaminan los
datos.
1.- Tampones orgánicos
Daye ha creado
tampones orgánicos con materiales totalmente sostenibles (son 100%
orgánicos y libres de plástico, con aplicadores de caña de azúcar y envoltorios
reciclables) y que resultan menos agresivos para las mujeres. Además, han
creado diferentes gamas para dar solución a problemas relacionados con la regla
y la salud íntima de las mujeres. Por ejemplo, un recubrimiento de CBD
para reducir el dolor menstrual en los días más duros. Tampones que pueden
detectar enfermedades de transmisión sexual o el virus del papiloma humano. O
una gama que ayuda a reducir las infecciones vaginales.
2.- IA para instalación de paneles solares
Enpal es la solución a la pesadilla del precio de la
electricidad que llevamos viviendo en los últimos meses.
Su propuesta se basa en alquilar las instalaciones de
energía solar, evitando así la gran inversión que supone en
muchos casos y que ha dejado fuera del mercado de la energía solar a muchos
potenciales consumidores.
Otra ventaja es
que se paga por una cantidad fija, nada de
sorpresas a final de mes. Y que si al pasar 20 años el cliente
decide adquirir la instalación en propiedad, puede hacerlo por el precio
simbólico de un euro.
Además, ha
desarrollado un software de Inteligencia Artificial que planifica en segundos
la instalación solar de cada hogar, empresa o comunidad. Su propuesta de
proyectos bajo pedido a precios populares y sin ningún tipo de gastos de
mantenimiento han convertido a esta empresa alemana en el primer unicornio
verde de Alemania.
3.- Una app que calcula la huella ambiental con cada compra
Doconomy es una
aplicación que ayuda a los consumidores a conocer su
huella de carbono en base a sus compras. Para poder hacer ese
cálculo, se integra en la red de una tarjeta de crédito como Mastercard y
calcula la contaminación que supone cada uno de los productos que adquirimos en
base a una clasificación por categorías previamente determinada. Como parte de
las ideas de sus fundadores está que además de tomar conciencia de cómo afectan al planeta nuestros
hábitos de consumo podamos también compensar esa
contaminación realizando donaciones a proyectos sostenibles. Compensar la
huella de carbono por cada compra, igual que lo hacen las grandes empresas.
De hecho ahora
están desarrollando también lo que han llamado un Impact Dashboard, un panel de
datos que los bancos podrán dar a sus clientes comerciales para ayudarles a
conocer y comprender mejor su impacto ambiental.
4.- Productos de belleza bajo demanda
Resulta fácil
deducir que una de las formas de evitar el desperdicio de
cualquier cosa es que no se produzca de más, evitando stocks
innecesarios. Por eso, todas las ideas de fabricación
a demanda son un plus en la batalla por reducir la huella
de carbono. Ellure propone
esta fórmula además en un segmento en el que no existen propuestas
similares: la cosmética.
Y para conseguirlo tiran de impresoras 3D capaces de diseñar y fabricar barras
de labios y otros productos de belleza líquidos en unos minutos.
Además de la
ventaja de cero stock para
el cliente significa que puede elegir entre una mayor gama de productos –hasta 10.000 tonos–
completamente personalizados también por texturas y aromas, además de colores.
El modelo de
negocio es B2B: ofrecen sus impresores cosmética 3D a marcas y minoristas que
quieran escalar y personalizar su servicio. Basada en Estocolmo, es ya la
primera plataforma de fabricación como servicio para el mundo de cosmética. Una
propuesta a la que seguro seguirán nuevas ideas adaptadas a todos los mercados.
5.- La startup que mide la huella de carbono de los datos
En los últimos
años hemos visto ya muchas herramientas que ayudan a medir la huella de carbono
de empresas y consumidores y poco a poco van apareciendo otras con más foco en
actividades concretas. En este caso, Greenly mide la huella a través de los
datos que dejan las empresas permite cuantificar cuánto contaminan por
actividades concretas: facturas en gasolineras, uso de sistemas
informáticos, compras de material…
El objetivo de
esta aplicación es ayudar a las empresas a involucrar a empleados y proveedores
en el control de su huella ambiental.
6.- La tecnología que hará posible el uso del hidrógeno verde a gran escala
Todos hemos oído
hablar ya en los últimos años de las bondades del hidrógeno verde como la mejor fuente de energía
alternativa para todo: movilidad terrestre, marítima y aérea,
producción de energía para las grandes industrias, etc. Pero faltaba una solución rentable o con menos
costes de producción de las actuales para que eso se puede
hacer de forma global y escalable.
Con la tecnología de división del agua que
han desarrollado los fundadores de H2pro el problema se acaba. Prometen “la adopción a gran escala de hidrógeno verde con
método revolucionario para producir hidrógeno verde mediante la división del
agua que es más del 95% eficiente, seguro y rentable que
el hidrógeno de combustibles fósiles”.
7.- Monitorear el agua desde el espacio
Constellr es
una startup alemana que lucha por resolver la falta
de alimentos en el mundo y, por ende, la gestión del agua necesaria para producirlos:
la agricultura consume el 70% del agua dulce del Planeta lo que no significa
que ese volumen de metros cúbicos sea necesario para tal fin. De hecho, dicen
que el 60% del agua empleada en agricultura se desperdicia debido a un mal uso
de gestión. En términos absolutos significa que nada menos que el 40% del agua
mundial se desperdicia.
Para acabar con
esta lacra nos ha gustado entre otras ideas la propuesta de Constellr y su
tecnología espacial para monitorear el agua. Su propuesta consiste en el uso de
unos microsatélites muy precisos para monitorear la
temperatura de la superficie de la Tierra y anticipar a diario la necesidad de
agua y la disponibilidad real en todos los campos del Planeta. Una
solución basada en la nube y escalable para una agricultura de precisión más efectiva
que según sus fundadores permite ahorros de agua de un 40% en las explotaciones
agrícolas además de reducir la pérdida de cultivos.
8.- Un dispositivo para entrenar el cerebro
Mendio es el
primer dispositivo del mundo
especializado en el entrenamiento de nuestro
cerebro diseñado para uso doméstico. Ya hemos hablado en otras
ocasiones de la gran fuente de oportunidades que supone la adaptación de
tecnología profesionales para usos privados en el hogar y esta startup sueca en
otro ejemplo más de ello.
En la teoría, el
dispositivo utiliza oxígeno y flujo
sanguíneo de la corteza prefrontal para medir la actividad cerebral.
En la práctica, el usuario solo tiene que colocarse el dispositivo sobre su
cabeza y visualizar desde una aplicación su actividad cerebral durante los
entrenamientos marcados.
Está pensado
para todas las edades, no necesariamente para personas mayores o con deterioro
cognitivo. Su objetivo es prevenir enfermedades futuras y mejorar la bienestar
mental de sus usuarios.
9.- Más ideas para trazar la lista de la compra
Omie llega para dar
más transparencia sobre la procedencia de los
productos que compramos en los supermercados. Y más
concretamente sobre los alimentos. Cada producto que añadimos a la lista de la
compra va acompañado de toda la información que precede a ese momento: de dónde vienen los ingredientes con los que se
ha elaborado y cómo se dividen las ganancias del precio final.
Una forma sencilla de conocer, por ejemplo, cuánto se pagó al agricultor y el
margen de beneficio que se lleva el punto de venta. Y tomar así mejores
decisiones de compra basadas en un reparto más justo.
10.- IA para crear patrones climáticos
Uno de los efectos del cambio climático es que hace más
imprevisibles las catástrofes meteorológicas como las
grandes inundaciones, las grandes sequías, las tormentas y las olas de calor
extremas. Para dar un poco de luz a todo esto y preparar los contingentes
necesarios allí donde se puedan producir se ha creado Jua, una plataforma que aplica Inteligencia Artificial
que ayuda a crear patrones climáticos para facilitar el trabajo de los
meteorólogos.
Dicen que su
tecnología supera con creces todo lo que existe hoy en el mercado y que va a
dar acceso a empresas de todos los tamaños,
instituciones y centros de investigación a la información más fiable sobre predicciones climáticas que se haya tenido
nunca. Hay que recordar que las catástrofes climáticas afectan
a menudo a empresas de todos los sectores, pero también puede ayudar a sectores
concretos como el energético a mejorar sus beneficios.
Esta potente tecnología es el resultado de más de tres años de investigación y la colaboración de centros ubicados en Zúrich, Berlín y Ciudad del Cabo. De momento ofrece sus servicios a un reducido grupo de clientes previa solicitud y a principios de 2023 se abrirá al mercado global.
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