¿Eres autónomo y crees que pagas muchos impuestos? ¡Igual estás en lo cierto!

Una deficiente aplicación de los gastos deducibles; falta de planificación en la presentación trimestral de impuestos; la cumplimentación fuera de tiempo de los modelos o la falta de previsión del impacto de la declaración anual de la renta son algunos de los motivos por los que los autónomos pagan más de lo que deberían.

En su mayor parte, son consecuencia de importantes lagunas de conocimiento sobre la legislación tributaria, pero también de la falta de tiempo o de planificación, que muchas veces no se suple con la ayuda profesional adecuada. El resultado es un mayor coste en la factura fiscal y el riesgo a enfrentarse a sanciones.

Partiendo del análisis de la casuística que abordan en esta asesoría estos son cinco de los principales motivos que llevan a muchos autónomos a pagar más de lo que deberían, según la asesoría Declarando: 

1.-Mala gestión de los gastos deducibles

Los autónomos se pueden deducir una serie de gastos siempre y cuando estén relacionados con su actividad. El problema es que, a veces, no incluyen todos los gastos deducibles que podrían o, al contrario, incluyen otros no aplicables a la actividad en la que operan. 

Según Declarando, un autónomo puede tener más de 100 gastos deducibles, y la situación más habitual es que no se conozcan todos. “Los gastos deducibles son la auténtica clave para pagar menos impuestos como autónomo, ya que rebajan el resultado fiscal sobre el que se calculan los impuestos trimestrales y anuales a pagar”, sostienen. 

Entre los gastos que generan más dudas entre los autónomos se encuentran las dietas, los gastos de viaje y combustible o los suministros de agua, luz, teléfono e internet para los autónomos que trabajan desde casa. “Por ejemplo, los gastos de internet solo son deducibles al 100 % cuando el autónomo ha contratado una línea individual de uso exclusivo para su negocio, y en el caso de los gastos relacionados con el teléfono, debe tratarse de un número de teléfono que no sea de uso personal”, recuerdan en la asesoría.

Señalan así mismo, que la solución para evitar estos errores no pasa siempre por contratar los servicios de un gestor dado que “los gestores, habitualmente, se dedican a presentar los modelos y, en algunos casos, a contabilizar facturas y registrar gastos. Pero sólo registran los gastos que el autónomo le pasa; si éste desconoce cuáles son los gastos deducibles aplicables a su actividad, el gestor no los incluirá”. No obstante, también es frecuente caer en el error opuesto, es decir, presentar como deducibles gastos que realmente no corresponden a esa categoría dentro de la actividad específica.

2-Planificar con poca antelación el pago de impuestos trimestrales

Si el autónomo se acostumbra a realizar una previsión adelantada de cuánto tendrá que pagar a final del trimestre, podrá tomar mejores decisiones. El ejemplo que refieren en Declarando es que el autónomo podría demorar un poco la entrega de un proyecto terminado al cliente al objeto de tomar una decisión que le fuese más ventajosa en ese momento como podría ser emitir la factura al trimestre siguiente, adelantar una compra que puede incluirse como gasto deducible en su declaración,  solicitar un aplazamiento del pago del IVA o, incluso, un préstamo para hacer frente a la situación. 

Sin embargo, en lugar de intentar anticiparse a situaciones como las descritas, los habitual es que los autónomos presenten sus impuestos unos días antes de la fecha límite establecida por Hacienda sin saber todavía cuál será el resultado fiscal; es decir, cuánto deberá pagar. “Y a veces, pueden ser importantes sumas de dinero”, recuerdan.

3.- No presentar todos los modelos a tiempo

Un autónomo puede presentar a la Agencia Tributaria hasta 11 modelos distintos, entre los trimestrales y los anuales. No presentarlos en el plazo establecido, conlleva consecuencias económicas para el autónomo. La gravedad de las mismas dependerá de cuánto se retrase en la presentación o de si la presentación se realiza de forma voluntaria o tiene su origen en un requerimiento de Hacienda.

“Muchas veces sucede que un pequeño cambio en la actividad del autónomo hace que cambien sus obligaciones fiscales, y es fácil no darse cuenta de la necesidad de presentar un nuevo modelo”, advierten en declarando poniendo como ejemplo “cuando el autónomo de repente alquila un local para ejercer su actividad, eso le obliga a presentar el modelo 115, o cuando realiza un gasto de proveedores europeos, incurre en la necesidad de presentar el modelo 349”.

4.-No optimizar la declaración de la renta anual

Como ya decíamos en el punto 2, con una planificación adelantada o en tiempo real, el autónomo puede saber cuánto le falta para subir de tramo del IRPF en la renta, por lo que puede tomar la decisión de no aceptar nuevos clientes o retrasar sus facturas hasta el próximo ejercicio fiscal. 

Otra posibilidad es que decida invertir en un producto financiero, como un seguro o un plan de pensiones, o realizar más compras para su negocio. Todas estas decisiones son las que le permitirán pagar menos o que le devuelvan más a final de año, pero se deben tomar de forma adelantada para tener capacidad de reacción. 

Subrayan asimismo en Declarando que “la previsión de la cantidad total de impuestos a pagar a final de año -lo que se conoce como impuesto de beneficios- es una herramienta imprescindible para que el autónomo fije correctamente el precio de sus servicios, ya que así sabe cuánto se quedará Hacienda de su margen y lo puede añadir al precio”.

5.-Desentenderse de todos los trámites cuando se tiene un gestor

“Pensar que por el hecho de contar con la ayuda de un gestor optimizamos las declaraciones fiscales, puede dar origen a algún que otro sobresalto o disgusto”, advierten, máxime- como recuerdan- si se tiene en cuenta que en caso de ser sorprendidos en un error, el responsable ante Hacienda o las autoridades tributarias es el autónomo, no su gestor. 

Así, si el autónomo no advierte al gestor de que sus condiciones han cambiado, el gestor no presentará determinados modelos y el autónomo estaría incurriendo en una falta sancionable por Hacienda. 

En cuanto a la declaración de la renta anual, el gestor sólo contabilizará los ingresos y gastos que le pase el autónomo y obtendrá el resultado a pagar o a devolver. Pero no podrá hacer un seguimiento minucioso de cada pequeño detalle, que es lo que puede marcar la diferencia entre tener que pagar importantes sumas de dinero y no tener que pagar nada, o incluso que Hacienda le devuelva dinero. 

La conclusión es que, aunque dispongas de los servicios de un profesional, tuya será la responsabilidad de supervisar y estar al tanto de todas tus obligaciones como autónomo.

 

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