Modulaciones 3D, uso de datos, herramientas de comunicación... Las tecnologías digitales fueron ampliamente debatidas en las conferencias organizadas por Première Vision durante su salón del 4 al 6 de julio. Numerosos protagonistas del sector tomaron la palabra para destacar su papel en la transición sostenible de la industria de la moda.
Una marca,
cuando desarrolla un producto, lo esboza, reúne un gran número de materiales,
crea prototipos, los descarta si no son satisfactorios, vuelve a empezar,
conserva el modelo y lo lanza a la producción a gran escala. Luego viene la
posterior presentación a los socios, en grandes reuniones o showrooms, seguida
de la distribución en las tiendas. Es un proceso burdo, pero es lo esencial. El
diseño es un proceso contaminante, por su derroche de materias primas y sus
incesantes desplazamientos. En una conferencia de Première Vision se propuso
una solución a estos dos problemas: el 3D.
Varios
protagonistas de esta tecnología, que no paran de ampliar sus límites,
expusieron su visión de la cuestión. En primer lugar, el 3D digital puede
resolver el problema de la creación de prototipos. La empresa china Style3D
permite a los diseñadores crear sus trajes en tres dimensiones, con gran
precisión y un realismo asombroso. La caída, los tejidos y la animación de la
prenda llevada por un maniquí reflejan perfectamente el trabajo no virtual, con
la salvedad de que evita el despilfarro asociado al prototipado. La estampación
es un método de producción que supone una ruptura total con los conocimientos
textiles ancestrales que siguen siendo la norma hoy en día. Esta tecnología
evita el desperdicio de tejido, ya que el material se utiliza precisamente para
un archivo de impresión determinado. Esto es lo que ofrece la empresa italiana
Stratasys, que está extendiendo este método de producción a sectores distintos
del textil.
Usando el 3D, la
empresa francesa Retail VR ofrece modelado de piezas, pero también de la zona
de venta para las marcas. La ventaja: este showroom virtual evita a los
industriales desplazamientos costosos y contaminantes. Erwan Krotoff, Director
General de Retail VR, explica que la empresa quiere extender su concepto a los
consumidores. Pero cuando la materia prima llega a manos de un diseñador, ya es
demasiado tarde. Según Clarisse Reille, directora del Institut français du
textile et de l'habillement, el 60 % de las emisiones vinculadas a un producto
textil se producen durante su fabricación. Por tanto, hay que actuar en sentido
ascendente, sobre todo a partir de los datos.
Los datos, clave de la transición
La transición
sostenible pasa también por una mayor transparencia, que exigirá el Gobierno a
partir de 2024, con un etiquetado medioambiental. Numerosas empresas ofrecen
sus servicios para mejorar la recogida, clasificación y utilización de los
datos vinculados a la cadena de producción de ropa.
Delphine Droz,
fundadora de la plataforma de información sobre productos La Belle Empreinte,
explica: "Hay una
base jurídica, así que sabemos qué tenemos que compartir y cómo. Tenemos que
seguir midiendo, pero también ir más allá". La Belle Empreinte ofrece
cursos de formación específicos para los agentes del sector. La formación es
necesaria porque, ya muy demandados, tienen que hacer frente a una serie de
problemas importantes.
La
particularidad de nuestra época es que la industria se enfrenta a dos
revoluciones", afirma Clarisse Reille. "Una es la medioambiental, la
otra es la digital. Y gracias a esta última podemos resolver en parte la
primera. Tenemos que organizar nuestros datos", explicó.
"Y tener
contratos a largo plazo con los proveedores. La capacidad de los proveedores
para proporcionar datos a las marcas debe convertirse en un criterio de
selección", remarcó.
Eso es
exactamente lo que ha ideado la empresa francesa Pivot88. Utiliza la
inteligencia artificial para rastrear y cartografiar toda la cadena de
producción de una prenda. De este modo, las marcas y los consumidores pueden
acceder a un cuadro de mandos que muestra la trazabilidad de las materias
primas. Philippe Rodzinski, consultor de trazabilidad y miembro del equipo de
Pivot 88, indicó: "La gente necesita seguir su cadena de producción, y
nosotros podemos utilizar la IA para comprobar los documentos de trazabilidad.
A partir de ahora, para los diseñadores, lo primero es buscar tejidos con una
buena puntuación sostenible y crear a partir de ellos". Pensar, con la
ayuda de las nuevas tecnologías digitales, antes de actuar... ¿Y si esta fuera
la clave del éxito de la transición?
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