¿Cómo puede la industria textil anticiparse a la futura legislación europea para una moda sostenible?
Bruselas avanza en el desarrollo del ESPR (Reglamento de Ecodiseño de Productos Sostenibles), cuya adopción está prevista para finales de 2026. El sector textil será el primero en verse afectado por este conjunto de normas, lo que ha despertado gran inquietud entre los actores del sector. Ante esta situación, la DEFI (organismo francés que financia e impulsa la moda y su innovación) ha publicado un documento de referencia para ayudar a las empresas a anticiparse a la próxima legislación.
Como comité
profesional para el desarrollo económico (CPDE) financiado por la industria de
la moda y el lujo, DEFI ha recurrido a Baptiste Carrière-Pradal. Cofundador de
la consultora 2B Policy,
este experto dirige también la secretaría técnica de las normas PEFCR (normas
de categoría de la huella ecológica de los productos), que recientemente
recibieron la luz
verde de la Comisión Europea para crear su etiqueta EcoScore dedicada al ámbito
profesional de la confección y el calzado.
En unas 30
páginas, el informe resume los aspectos más inmediatos del ESPR, algunos de los
cuales ya se encuentran en fase de cierre. Uno de los puntos clave es la
obligación, a partir de 2025, de declarar la cantidad de productos no vendidos
que se han destruido, como paso previo a la prohibición total de dicha
práctica. Esta prohibición se aplicará a las grandes empresas a partir de julio
de 2026 y a las medianas desde 2030.
También se
aborda el futuro pasaporte digital de los productos (Digital Product Passport,
DPP), que recogerá información sobre la durabilidad del artículo, los
materiales y sustancias empleados en su fabricación y sus posibilidades de
reutilización o reciclaje al final de su vida útil. Además, se perfilan nuevas
exigencias en términos de ecodiseño, reparabilidad y reciclabilidad. Las
negociaciones incluyen aspectos como la facilidad de desmontaje, además de
conceptos de durabilidad física y emocional, esta última entendida como el
apego del consumidor a un producto a lo largo del tiempo.
El sector se une ante el reto regulatorio
"Cuando
empezamos a hablar del ESPR con las marcas y las federaciones, nos dimos cuenta
de que cundía el pánico", afirma Clarisse Reille, directora general de la
DEFI, en declaraciones a FashionNetwork.com. “Nuestro objetivo con este
documento era hacer inteligibles unas normativas complejas, pero también
influir en ellas desde el conocimiento directo que tenemos de las empresas y
del terreno. Y, en un hecho poco habitual, todas las federaciones del sector se
han movilizado conjuntamente para trabajar en este proyecto”.
Para Baptiste
Carrière-Pradal, estas iniciativas son especialmente relevantes, dado que el
ESPR representa uno de los ejes del "Green Deal" europeo. En un
momento en el que la confederación Euratex señala
la volatilidad
de los proyectos europeos sobre moda sostenible, el experto señala que el
ESPR ha quedado fuera del reciente ciclo de simplificación normativa impulsado
por Bruselas, percibido por muchas federaciones y ONG como un paso atrás. Este
reglamento, que podría redefinir la composición de los productos y establecer
nuevos criterios de calidad, se someterá a un calendario de negociación
acelerado, dejando una ventana muy limitada para incidir en el texto final.
"Está
previsto que la Comisión Europea publique un tercer informe de estudio sobre el
ESPR en noviembre de este año", explica el experto. "Dicho informe
estará abierto a comentarios de las partes interesadas. A comienzos de 2026 se
presentará un cuarto y último informe, que dará paso a los trabajos del
Ecodesign Forum, el grupo europeo que dialogará con la Comisión para validar
las orientaciones políticas del proyecto. Esta fase debería completarse durante
el primer semestre de 2027, ya que la CE quiere evitar retrasos, considerando
que el textil será el primer sector donde se va a aplicar el ESPR".
El textil será el primer sector en aplicar la nueva normativa
Baptiste
Carrière-Pradal recuerda que esta posición del textil como sector pionero
explica en parte por qué Francia ha actuado con tanta rapidez en sus leyes
sobre el clima, el Agec y la moda rápida, con la esperanza de influir en los
trabajos de la Comisión sobre el ESPR. Oficialmente, la elección del textil se
debe a un análisis multisectorial sobre impactos existentes y margen de mejora.
Dos puntos en los que destacaría el textil.
"Yo tengo
una opinión ligeramente diferente", confiesa Clarisse Reille. "En
general, la moda no se toma en serio. Y si analizamos su impacto ambiental,
vemos que proviene sobre todo de la moda ultrarrápida, que tiene interés en
diluir su responsabilidad atribuyéndola a todo el sector. Y los poderes
públicos tienden a prestar más atención, a ser más comprensivos, con los
sectores cuyos clientes son mayoritariamente hombres. Esta visión, menos
racionalista, la comparten muchos responsables de federaciones”, añade.
La directora de
la DEFI subraya que Francia, gracias a sus leyes vigentes y al trabajo conjunto
de sus federaciones, tendrá capacidad de influencia sobre el contenido final
del ESPR. Algo que confirma Baptiste Carrière-Pradal: "Hasta hace muy
poco, Francia era el único país que contaba con una organización ecológica para
gestionar el final de la vida útil de los textiles, Refashion. Pero también hay
que tener en cuenta que, aunque el Estado francés tenga más peso que los demás
en Bruselas, la Comisión sigue teniendo la obligación de escuchar a los demás
actores".
El documento de
referencia elaborado por la DEFI, con el respaldo de las principales
federaciones francesas del textil y la confección, está disponible
gratuitamente en la sección de Estudios del portal de la institución (en
francés).

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