Los colores terrenales bañan la colección primavera-verano 2025 de la firma. Una línea delicada, sofisticada y versátil
De aire afrancesado pero puro ADN catalán, Naulover busca ir despacio para cuidar los detalles. El punto reina en sus colecciones y entre sus fortalezas se encuentra el uso del color en prendas que pretenden ser minimalistas, sofisticadas y eternas.
Detrás de cada puntada se encuentra Paula Rodríguez, la tercera generación
de esta empresa familiar que desde hace 68 años ofrece un lujo accesible y
sostenible. “Producimos todo aquí, en nuestra fábrica de Barcelona y con
tejidos propios. La calidad, el cuidado por los detalles y la elegancia
atemporal forman parte intrínseca de nuestros valores. Así comprendemos la
moda, desde siempre”, explica la diseñadora. Con su madre y CEO de la marca,
Carme Noguera, conforman un dúo imparable en la escena actual de la moda
española, con cinco tiendas propias y 80 puntos de venta en grandes almacenes.
“La sostenibilidad no es un eslogan, hay que entender que la calidad está
siempre en el trabajo que hay detrás. Nuestro cliente lo sabe y por eso es muy
fiel, porque valora mucho la calidad y la responsabilidad de nuestra firma”,
añade Rodríguez, que pone en valor el proceso de control de calidad y defiende
el uso de materiales responsables.
Su vínculo con lo mediterráneo le inspira a diario, pero a la hora de
confeccionar, busca ir más allá y trasladar un mensaje más profundo: “Quiero
dejar mi huella y por eso busco referencias en el arte, la cultura, además de
defender la memoria de Naulover”. En su universo creativo bailan referencias
como “la arquitectura cálida de Coderch, cómo Sert o Barragán trabajaban los
espacios vacíos, Joaquim Mir, Sorolla o Isamu Noguchi”. Este último, expuesto
en Nueva York, ocupa ahora mismo un espacio privilegiado en su mundo
inspiracional.
“La elegancia es la sencillez bien llevada” Paula Rodríguez, Diseñadora de Naulover
Lejos de funcionar con ideas teóricas, Rodríguez colabora directamente con
artistas para sus colecciones. “Para la campaña de verano, hemos colaborado con
Isist Atelier para fotografiar nuestra colección junto a piezas icónicas de
Miguel Milà, Jordi Vilanova y Antoni Bonet. Admiro la capacidad de este taller
catalán de unir artesanía, diseño y arte”, resalta.
Esa pasión por lo artístico se desvela en sus pañuelos, presentados como lienzos de seda para combinar y llevar de infinitas formas: “Cada pañuelo parte de una inspiración concreta, luce un estampado único y explica una historia en particular”, asegura.
Mientras el
mundo gira a velocidades vertiginosas, Naulover apuesta por parar e ir más
despacio. “Somos una rara avis que, a pesar de los cambios, nos hemos mantenido
firmes en nuestra apuesta por la tradición. En la moda, tanto el diseñador como
el cliente deben ser uno mismo y no dejarse llevar por las micro tendencias.
Eso es la elegancia. Una sencillez bien llevada”, sentencia.



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