Revolut, la fintech más pujante de Europa, está ultimando un despliegue inusual en Barcelona, ciudad en la que la principal alternativa digital europea a la banca tradicional ya tiene el hub de desarrollo tecnológico del sur de Europa.
La entidad con
sede central en Londres fue creada hace diez años por el ruso nacionalizado
británico, tras más de veinte años de residencia, Nikolái Storonski y
el británico-ucraniano Vlad Yatsenko y se caracteriza por atraer una
clientela joven que huye del pago de comisiones por la gestión bancaria.
Actualmente,
Revolut tiene 55 millones de clientes en el mundo, de los que prácticamente
cinco están en España.
Storonski ha pasado periodos en Barcelona y es el consejero delegado e impulsor del proyecto para desarrollar ahora un centro de referencia en la capital catalana. En esta ciudad, y también en Madrid, Revolut ha estrenado recientemente sus nuevos cajeros automáticos, primera incursión en el dinero en efectivo y desarrollados en el centro tecnológico de Barcelona.
Para ello, Revolut ha expresado interés por el edificio que se situa en la
confluencia de la avenida Diagonal con el paseo de Gràcia y la calle Còrsega y
que pertenece a la sociedad Emesa, que preside y de la que es propietario el
abogado Emilio Cuatrecasas. Precisamente, el bufete de abogados del mismo
nombre y del que fue presidente ocupó ese inmueble durante años antes de su
traslado al 22@.
Revolut podría
ubicar en ese edificio a unas 400 personas, buena parte ya contratadas –
actualmente unas 300 trabajan mayoritariamente en remoto–, pero también
adicionales, como resultado del proceso de expansión de sus actividades en
Barcelona. Portavoces de la compañía han declarado a este diario que
ciertamente están estudiando la ampliación de su actual presencia en Barcelona
y que “se mantienen abiertas diversas posibilidades para la futura ubicación”.
Asimismo,
Revolut ha planteado al Área de Paisaje Urbano del Ayuntamiento de Barcelona
colocar en la cúspide del edificio un logotipo de su marca en lugar del actual
con el nombre de Cuatrecasas.
La iniciativa
ha sido en principio bien acogida por la administración barcelonesa, que la ve
como un buen reclamo para difundir sus esfuerzos por atraer hacia la capital
catalana empresas fintech, uno de los segmentos del sector tecnológico que
considera que tiene más perspectivas de crecimiento. En cualquier caso, la
aprobación de esa singular iniciativa publicitaria debe pasar por el siempre
complejo trámite de la administración municipal.

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