La Semana de la Moda de Londres espera marcar el comienzo de una nueva era con el cambio de liderazgo
La Semana de la Moda de Londres, bajo nueva dirección tras 16 años, se inaugura el jueves con la esperanza de revitalizar su calendario de desfiles y paliar las dificultades financieras de sus jóvenes diseñadores.
"Esta
temporada marca... el comienzo de una nueva era para la moda británica",
declaró Laura Weir, ex directora creativa de los grandes almacenes de
lujo Selfridges, que sustituyó a Caroline Rush al frente
del British Fashion Council (BFC) en
abril.
Weir se enfrenta
a la ardua tarea de disipar las dudas sobre la relevancia y el peso
internacional de la Semana de la Moda de Londres, dadas las recientes salidas
de grandes nombres hacia sus homólogas repletas de estrellas en Milán, París y
Nueva York.
"Mi
principal objetivo es garantizar que la Semana de la Moda de Londres siga
siendo la plataforma de referencia para exhibir y celebrar lo mejor de la
creatividad británica, sin dejar de apoyar a los diseñadores que han sentado
las bases de la moda británica y han abierto camino a nivel
internacional", declaró Weir a la AFP antes de la LFW.
La edición de
junio de la LFW, creada inicialmente para centrarse en la moda masculina, se
canceló este año y se sustituyó por un sencillo showroom comercial en París.
Tras un
calendario deslucido en febrero, marcado por varias ausencias —algunos
diseñadores optaron por celebrar un único desfile al año debido a los elevados
costes—, el BFC confía en una programación más estimulante esta vez.
Para aliviar la
carga financiera, "hemos suprimido las cuotas de afiliación para que la
plataforma sea más accesible a los diseñadores", dijo Weir.
La ex periodista
de Vogue añadió
que el BFC también ha "elaborado una agenda que refleja la relevancia
cultural de Londres" y "ha duplicado nuestra inversión en nuestro
programa de invitados internacionales para garantizar que compradores de peso,
medios y voces culturales estén aquí en Londres".
Desde que tomó
el timón, Weir ha aumentado la financiación de becas y ha conseguido un
compromiso de financiación de tres años para el programa NewGen, que
apoya a jóvenes diseñadores emergentes, según British Vogue.
Retales y crinolines
A pesar de sus
dificultades recientes, la LFW ha seguido siendo un centro neurálgico para
descubrir nuevos y apasionantes talentos de la moda, en parte gracias a la
incubadora NewGen.
Varios
diseñadores han lanzado exitosas carreras a su estela, como la irlandesa Simone
Rocha, conocida por sus vestidos de estilo victoriano adornados con encajes
y crinolinas, o el londinense Richard
Quinn, cuyos elegantes diseños recibieron un guiño de la difunta reina
Isabel II.
La LFW arranca
el jueves con el prometedor diseñador británico Maximilian Raynor, reconocido
por su compromiso con la moda sostenible, con diseños que a menudo incorporan
retales de tela.
A ese desfile le
seguirá Harris Reed, el joven diseñador británico-estadounidense y director
creativo de Nina Ricci, cuyos diseños de género fluido han hechizado
a los asistentes a la LFW desde que irrumpió en escena hace cinco años.
Una buena
noticia para la LFW: JW Anderson regresará al calendario tras saltarse la
edición de febrero.
Sin embargo, la
firma renunciará a la pasarela en favor de una cena en formato reducido este
año, ya que este verano Dior confió la dirección artística de todas sus colecciones
—masculina, femenina y de alta costura— a Jonathan Anderson.
Tras abandonar
la dirección creativa de la marca española Loewe a
principios de año, el diseñador norirlandés ha reorientado su propia marca
hacia un concepto de "estilo de vida", incorporando muebles,
vajillas, objetos artesanales e incluso miel.

Comentarios
Publicar un comentario