La diseñadora sevillana fusiona feminidad, artesanía y volúmenes etéreos en tejidos nobles que evocan a la fuerza silenciosa del océano
Inma Linares, la diseñadora sevillana reconocida por su colecciones de
fiesta y moda nupcial, ha presentado este jueves ‘Anémona’ en el recinto
modernista de Sant Pau para la 080 Barcelona Fashion, una colección que
descubre las maravillas del océano. La colección aspira a poner en valor la
alta calidad de los tejidos, así como el volumen, innovadoras técnicas de
patronaje y una confección minuciosamente cuidada.
Linares ha sumergido la pasarela en un jardín marino con una iluminación
azul neón que ha envuelto los arcos del recinto, transformándolo así en una
especie de catedral bajo el mar. Una puesta en escena minimalista que ha
marcado el recorrido de las modelos y que refuerza la inspiración de su
propuesta para otoño/invierno 2026.
El movimiento orgánico del agua como inspiración
El desfile ha
abierto con un dos piezas de paillettes superpuestos en tonos fucsia, lila,
naranja y verde, para recrear el efecto y la luz de las escamas de los peces.
Mangas abullonadas y peplum estructurado para aportar volumen y el término
sofisticación definen el estilo artesanal y femenino de la colección.
“La idea ha sido trasladar esa belleza, etérea y silenciosa al lenguaje de
la moda”, cuenta Linares entre bastidores tras el desfile. Después de presentar
una colección marcada por el movimiento de los mares, la diseñadora sevillana
afirmaba que “recrear el movimiento es complicado”, sin embargo, añade, le
encanta “experimentar con diferentes técnicas”.
El desfile ha contado con un sinfín de siluetas que oscilan entre vestidos
fluidos y volúmenes estructurales discretos: faldas que se abren como medusas
bajo el agua, capas translúcidas que flotan sobre el cuerpo y detalles
artesanales que actúan como corales o arrecifes.
Los tejidos han jugado un papel protagonista al articular la presencia
escénica de cada prenda. “Hemos usado tejidos de fantasía y luego liso para
crear técnicas artesanales muy elaboradas que nos han aportado texturas y
movimiento a la silueta, evocando así el mundo marino”, detalla la
diseñadora.
La modista ha recurrido a materiales de alta gama como la organza y la
organza bordada para aportar transparencia, volumen y textura. Estos tejidos,
combinados con técnicas de patronaje innovadoras, facilitan el diálogo entre
estructura y ligereza, resaltando la silueta del cuerpo y la artesanía sin caer
en lo recargado.
El desfile se ha cerrado con un vestido palabra de honor de silueta
ajustada, confeccionado con tejido traslucido con aplicaciones que evocan a
formas orgánicas, semejantes a corales y algas y con matices plateados o
incluso lavanda. El diseño se complementa con una sobrefalda voluminosa de tul
desde la parte posterior, creando un efecto de cola que añade dramatismo y
movimiento.
La huella de Inma Linares
Inma Linares defiende con ‘Anémona’ que su apuesta no es la de la moda
rápida, sino la de la pieza concebida y trabajada. Fiel a su estilo de fusión
de volumen y fluidez y elegancia andaluza, esta colección se muestra más
madura: con menos estridencias y más contención.
El estilo de Linares ha convencido a los asistentes que han alargado su
aplauso al unísono incluso después de que la diseñadora saliera a
saludar.

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