La pasarela catalana defiende en el arranque de su 36.ª edición el talento local
En el backstage
de la 080 Barcelona Fashion Week, personal de la organización y asistentes de
las marcas se cruzan entre sí y corren de una habitación a otra con burras
cargadas de prendas. Es el primer día de la 36.ª edición de la pasarela
catalana, la última que se celebra en el Recinto Modernista de Sant Pau pero
también la primera que se lleva a cabo en colaboración con el Ajuntament de
Barcelona. Ésta es una 080 Barcelona Fashion Week de primeras y últimas veces
que sin embargo cuenta con la misión de siempre: visibilizar la marca Barcelona
y defender el talento que recala en la moda española.
Entre las firmas
participantes, y en especial las que han abierto la primera jornada de
desfiles, Simorra
se ha postulado como uno de sus grandes reclamos. La firma catalana
capitaneada por Victoria Mitjans a la dirección creativa y Eva Dimas como
responsable de comunicación defiende, puntada a puntada, su amor y destreza por
la artesanía y así lo demuestra en cada desfile. En su backstage, mientras
Mitjans y Dimas ultimaban los detalles de su desfile avanzan a La Vanguardia la
inspiración detrás de la colección: “Ahonda de nuevo en las raíces pero lo hace
desde un punto de vista novedoso porque se focaliza en la importancia de éstas,
invisibles pero responsables de sostener la naturaleza”, cuentan.
Después de pasar
por la pasarela madrileña su cita en Barcelona se siente más familiar y
cercana, como una vuelta a casa donde la presencia de celebridades queda
relegada a un segundo plano y la colección, que además es See Now Buy
Now – a la venta tras el desfile– acapara todos los focos.
Lola Casademunt by Maite ahonda en la mujer salvaje y urbana en su colección para primavera verano
El concepto y su
vínculo con la naturaleza se ha materializado en pasarela a través de tejidos,
texturas y dibujos cargados de vida. Un vestido estampado con raíces y
estilizado con un fajín de punto ha abierto el pase de modelos. El armario que
proponen se compone por prendas envolventes, como parkas y abrigos, piezas de
piel, capas y looks de cuero mantecado.
La diseñadora ha
sentenciado en pasarela que el capri es el nuevo pantalón de oficina y que el
cuello cisne se luce esta temporada en todo tipo de prendas. Destaca la
versatilidad de una chaqueta reversible de ante y cuero color chocolate así
como la confección de un jacquard que emulaba el florecer de las hojas.
Pero si ha
habido un estilismo que ha conseguido levantar una oleada de flashes ese ha
sido el diseño final: un vestido verde satinado, tan fino que parece derretirse
sobre el cuerpo, y estilizado con hilos del mismo tejido que se enredan y
crecen hacia el suelo como los pilares de un secuoya ancestral.
Esta 36ª edición
parece querer crecer más allá de los muros del recinto y así se ha evidenciado
en la zona abierta al público con la amplia oferta de stands. En ella convive
un espacio de Mac Cosmetics, uno de los patrocinadores del evento, con un
taller donde Tania Marcial enseña a personalizar gorras, la exposición Beyond
Craft sobre el arte de la sombrerería y un escaparate dedicado a la moda
de autor, con nombres como Cherri Masia o 404 Studio.
“Nuestra apuesta
es clara y se basa en la moda de proximidad, circular y sostenible pero también
defendemos la ocupación de calidad de un sector conformado por 80.000 personas
entre industria y comercio”, ha explicado durante el acto inaugural el conseller
d’Empresa i Treball, Miquel Sàmper.
En el
desfile de Escorpion los asistentes han viajado a la década de los setenta,
concretamente a la costa oeste de Estados Unidos, para colarse en un retiro
espiritual, con coloridas prendas de punto e incluso una danza yogui para
rendir tributo a Bernat Biosca, quien fue CEO de la firma y falleció el pasado
mes de junio. Natahalie Chandler ha mostrado su visión más futurista con piezas
de corte simétrico que defienden una confección precisa.
Ni siquiera la
lluvia ha conseguido disuadir a los seguidores de Sergio Gau, debutante en esta
pasarela, erguidos como estatuas a las puertas de su desfile y vestidos para la
ocasión: trajes extremados de aire gótico.
El diseñador de
moda de Uruguay ha presentado la colección cápsula Éxtasis, inspirada en El
jardín de las delicias de El Bosco, en un ejercicio creativo que ha
aportado un aire fresco y algo caótico a una 080 Barcelona Fashion Week
orgullosa de su diversidad.
Pero en términos
de atrevimiento nadie supera a Lola Casademunt by Maite. Ella ha cerrado la
primera jornada de esta 080 y lo ha hecho con una línea salvaje y urbana. “La
colección evidencia una actitud muy cosmopolita que además se vincula al ADN de
la casa”, ha explicado la diseñadora Maite Casademunt. Una explosión de
colores, juego de materiales y tejidos que contrastan de forma radical entre sí
y por supuesto mucho animal print en clave sofisticada.

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