El padre de los videojuegos y primer jefe de Steve Jobs: “Estamos en el mejor momento para innovar”

Entre los logros que Nolan Bushnell, fundador de Atari, ha acumulado a lo largo de su vida (y no han sido pocos) hay uno que todavía se le resiste. En 2008 la revista Wired publicó un artículo en el que anunciaba que una película sobre su historia sería rodada muy pronto y que el encargado de interpretar al que muchos consideran creador de la industria de los videojuegos sería Leonardo DiCaprio. El proyecto, que según Bushnell declaró en una entrevista el año pasado todavía sigue en pie, se ha retrasado tanto que a DiCaprio le ha dado tiempo incluso a ganar un Oscar. Aunque al diseñador de juegos míticos como Pong le hiciera ilusión verse reflejado en la gran pantalla, seguro que un tipo que ha fundado más de 20 empresas -muchas de ellas sin éxito- también puede superar esta decepción.


Bushnell sabe lo que es comenzar una empresa con un puñado de dólares en el bolsillo y convertirla en un negocio que genere miles de millones en beneficios. Lo hizo con Atari en una época en la que la tecnología era un lujo al alcance de muy pocos. El secreto, como explica en su libro Finding the Next Steve Jobs, está en las ideas: “La creatividad es el motor de toda compañía. Donde todo comienza, donde la energía y el movimiento se generan. Sin esa primera carga de creatividad, nada puede suceder”. Una de las mejores cualidades de Bushnell es, y de la que presume a menudo, es reconocer el talento cuando lo tiene delante. Fue lo que sucedió cuando fichó para Atari a un melenudo Steve Jobs y, aunque posteriormente dejara ir al fundador de Apple, siempre ha considerado que él también ha jugado un papel importante en el éxito de la compañía de la manzana.

Talento y pasión, unidos a grandes dosis de esfuerzo, son las tres claves que necesita alguien que quiera emprender un proyecto, asegura Bushnell, quien no hace concesiones a la pereza. Tanto es así, que en una entrevista a la BBC se mostraba muy crítico con la falta de aspiraciones de aquellos que no se esfuerzan: “Siempre he valorado a la gente apasionada con su trabajo por encima de todo. Pero sucede que hay un gran porcentaje de la población que están muertos. Ellos no lo saben pero, en términos de proceso, sólo están esperando a ser enterrados”.


Después de haber triunfado -tanto como para dejar crecer su ego demasiado: “cuando tenía 35 años era insoportable. Creía que no podía hacer nada mal y me volví insoportable”- y fracasado muchas veces, Bushnell sigue sin rendirse. Cree que estamos viviendo una excelente etapa para la innovación y que los jóvenes emprendedores con buenas ideas lo tienen ahora más fácil que a comienzos de los ochenta, cuando él fundó Atari. En la actualidad, está volcado en Brainrush, una compañía de videojuegos educativos con sede en Los Ángeles, desde la que quiere impulsar una técnica basada en el juego que, asegura, acelera el ritmo del aprendizaje:  “la educación actual debería centrarse en promover el optimismo. Tú puedes hacerlo”. Un mensaje esperanzador en tiempos convulsos.

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