El salón de emprendedores supera los 20.000 asistentes con mayor
presencia de grandes empresas de sectores no tecnológicos
El salón 4 Years From Now (4YFN) crece a un ritmo
endiablado. Lo hace en calidad más allá de los números que se multiplican. En
sólo cuatro años de vida ha pasado de ser un evento complementario al Mobile World Congress (MWC) a convertirse en
una auténtica feria con entidad propia en la que el negocio flota en el
ambiente.
Un aspecto lo hace visible:
pese a que había más de 600 start-uppresentando
sus ideas, prácticamente en todas ellas se veía a los entusiastas emprendedores
hablando con interesados en un momento u otro. Eran pocos los que mataban el
tiempo mirando la pantalla de un teléfono móvil.
“Antes los inversores y
miembros de grandes empresas venían a pasearse, ahora ya llegan con la idea de
tener un primer contacto con alguna start-up de unas características concretas
que le pueda ser útil”, explicaba el director ejecutivo del salón, Esteban
Redolfi, al cierre de la cuarta edición de la feria, cada vez más volcada en
ayudar a conectar negocios e inversores.
Cerca de 20.000 personas
pasaron entre el lunes y el miércoles por el palacio 8 de Fira de Barcelona en
Montjuïc, según la organización. Hace cuatro años, en la primera edición,
fueron 5.000 visitantes y sólo había start- up locales. Esta vez se dejaba ver
hasta un grupo de empresas llegadas de Sri Lanka.
El salón para emprendedores ha
sido un escaparate privilegiado ante unos 700 inversores. Josep Maria Pedrós,
de la empresa de videojuegos de realidad virtual Playstark, cree que “en el MWC
se hace difícil que te encuentren en un espacio tan grande mientras que el 4YFN
lo facilita por tamaño y modelo”.
De las conversaciones
mantenidas estos días saldrán negocios que darán alas a empresas recién creadas
que en algunos casos son todavía poco más que una buena idea. Parte del éxito
se debe al interés despertado entre las grandes empresas de sectores más allá
del puramente tecnológico. Se han dado cuenta del potencial que albergan las
incubadoras y programas de aceleración y se han lanzado a pescar talento. “La
gran corporación es lenta pero efectiva; la start-up es flexible pero tiene
dificultades para ejecutar. Si nos ponemos de acuerdo ambas partes ganamos”,
resumía Edouard Rozan, director general de la unidad de negocio de la
multinacional Ficosa centrada en impulsar proyectos de innovación en la
industria del automóvil.
El éxito de la feria impulsada
por la Mobile World Capital Barcelona junto a la GSMA llevó a replicar el
modelo el año pasado en Shanghai coincidiendo con la celebración del MWC
Shanghai, la principal cita de la telefonía móvil en Asia. El próximo mes de
septiembre se replicará en San Francisco y el año que viene aspira a seguir
creciendo en Barcelona al lado del hermano mayor, el MWC, que cerrará hoy sus
puertas también con un aumento de congresistas.
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