BoF+McKinsey: The State of Fashion 2020 – Coronavirus Update


The Business of Fashion y la consultora McKinsey han actualizado su informe The State of Fashion 2020, a la vista de la pandemia del coronavirus


Si ya su informe anterior –The State of Fashion 2020– era ya inquietante porque anunciaba un 2020 difícil –on High Alert-, esta actualización anticipa una contracción generalizada de los ingresos que sus autores sitúan entre un 27 y un 30%. La consecuencia es que el sector de la moda –probablemente uno de los más afectados por la crisis- tendrá que asumir cambios muy importantes. La situación ha cambiado dramáticamente. El informe habla ya de una Red Alert, una alarma roja.
Todas las previsiones formuladas anteriormente –incluso el propio informe sobre el año 2020- han quedado totalmente desfasadas. Hay que prepararse para cambios profundos una vez que la pandemia actual haya desaparecido.

La moda perderá una parte importante de su valor
El Covid-19 –sigue diciendo el informe en sus primeros párrafos- puede provocar la mayor contracción económica que la humanidad ha vivido desde fines de la Segunda Guerra Mundial. La capitalización de las empresas de moda ha caído ya en torno al 40% entre primeros de enero y el 24 de marzo de 2020, el doble que la media de los restantes sectores.
Las repercusiones humanas y sociales del coronavirus durarán mucho más que la pandemia en sí misma, con miles de empresas en trance de quebrar y con millones de puestos de trabajo desaparecidos.
BoF y McKinsey consideran que los ingresos del sector de la moda perderán casi un 30% de su valor a lo largo de este año, en comparación con el año anterior. El sector del lujo perderá todavía más, probablemente entre el 35 y el 40% de sus ingresos. McKinsey considera que si el cierre de las tiendas dura dos meses, aproximadamente el 80% de las empresas cotizadas en Europa y Norteamérica afrontarán graves dificultades económicas y que muchas de ellas acabarán en quiebra. Incluso las ventas online han perdido en torno al 25% de su volumen en China; están perdiendo entre el 15 y el 20% en Europa; y llegan al 35% en Estados Unidos.
En 2021, sin embargo, podría cambiar ya el panorama con un aumento de la facturación situado entre el 2 y el 4%.

Los consumidores, pesimistas
La interconexión de los mercados hará muy difícil la planificación del futuro. China parece estar recuperándose, pero la situación sanitaria ha empeorado sensiblemente en Europa y Estados Unidos y los países más pobres (Bangladesh, India, Cambodia, Honduras, Ethiopia, etc.) tienen por delante tiempos mucho peores. El desempleo provocará hambre y enfermedades especialmente en ellos.
En todo el mundo los consumidores son pesimistas respecto al futuro inmediato. El 75% de ellos considera que su situación económica empeorará mucho más allá de los dos meses de su confinamiento.
Aunque la duración y la gravedad de la pandemia es todavía difícil de predecir, es evidente que el sector de la moda deberá empezar una nueva etapa de lucha. La pandemia afecta a toda su cadena de suministro, desde la producción de los artículos hasta su venta a los consumidores finales.

Cuando venzamos la pandemia
Cuando la pandemia haya desaparecido, el sector de la moda se encontrará con un mercado en franca recesión. La demanda se irá recuperando despacio, pero con algunos cambios de enfoque que ya se veían venir antes de ella: antipatía hacia los modelos de negocio con muchos desechos, simpatía por los productos sostenibles, aprecio a la digitalización, etc. Algunos de estos cambios adquirirán mayor velocidad. En suma, el coronavirus ofrecerá a la moda la oportunidad de cambiar, reformulando su cadena de suministro.
Será también una época de mayor colaboración entre las empresas, incluso aunque sean competidoras. Lo mismo vale para marcas, proveedores, distribuidores, etc.
Este informe de The Business of Fashion y McKinsey -The State of Fashion: Coronavirus Update- es un esfuerzo por meditar entre todos más allá de la crisis en la que ahora estamos metidos de lleno, que no desaparecerá del todo hasta que la humanidad no disponga de tratamientos antivirales y de una vacuna eficaz para prevenirla.

Cinco prioridades para las empresas y los empresarios
Los líderes empresariales necesitarán poner en marcha estrategias de recuperación. Ahora es ya el momento para prepararse para el mundo que tendremos después del coronavirus. Y estos son cinco temas probablemente prioritarios.
1. Instinto de supervivencia. La recuperación de la pandemia coincidirá con un mercado en recesión. Las empresas deberán ser más resistentes y adaptarse a la realidad del momento. Deberán actuar con decisión y rapidez para estabilizarse antes de buscar nuevos mercados, oportunidades y crecimientos.
2. Descuentos. El resto del año 2020 estará dominado por los descuentos. En el mercado predominarán las tendencias anticonsumistas, los excesos de inventario y unos consumidores desilusionados y abrumados por las deudas, que buscarán casi siempre las ofertas más radicales. Las marcas deberán imaginar nuevas iniciativas para reconquistar su valor y repensar su misión a largo plazo.
3. Escalada digital. La distancia social y el cierre de los comercios han subrayado la importancia de la digitalización. Las empresas que no fortalezcan su presencia digital sufrirán más que las demás. Los consumidores seguirán pidiendo más presencia digital y las marcas deben ofrecerla.
4. Selección natural. La crisis se encargará de sacudir el árbol haciendo caer a los más débiles y fortaleciendo a los más fuertes. Habrá oleadas de quiebras, fusiones y adquisiciones. Las empresas deberán adaptarse a la situación realizando desinversiones y aprovechando las oportunidades para comprar y capturar los vacíos de poder que se producirán.
5. Innovación. Para adaptarse a la nueva situación, las empresas deberán adoptar nuevas estrategias y herramientas que las fortalezcan para el futuro, controlando sus innovaciones y usando solo las que funcionen. Deberán hacer cambios radicales y duraderos en sus organizaciones.

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