La pandemia obligó a la 080 Barcelona Fashion a replantearse su estrategia. Y como tantos otros eventos de moda internacionales, la cita barcelonesa apostó por el formato 100 % digital para asegurar su supervivencia. Una transformación acelerada hacia las nuevas tecnologías y formatos con la que la fashion week barcelonesa pretende potenciar su impacto positivo, al tiempo que explorar opciones híbridas con las que reforzar su posicionamiento y sus ambiciones de internacionalización.
“Hemos empleado este momento
de transición para definir exactamente hacia dónde queremos ir. Las pequeñas
fashion weeks estamos evolucionando rápido y hemos de ser muy flexibles de cara
al futuro”, explica Marta Coca, directora de la pasarela 080 Barcelona Fashion,
sobre las ediciones celebradas en formato digital desde el estallido de la
pandemia en el año 2020. Solo su última cita, organizada el pasado mes de
abril, contó con un acto presencial: una première física con 300 invitados que
dio el pistoletazo de salida a 3 jornadas de presentaciones de los “fashion film
shows” de un total de 22 diseñadores y marcas. Entre ellos, destacaron nombres
como Custo Barcelona, Paloma Wool, Is Coming, Avellaneda o Eñaut. Y, por
primera vez, las propuestas inmortalizaron sus presentaciones en el Museo de
Arte Contemporáneo de Barcelona, MACBA.
Encontrar las fechas adecuadas
“Empezamos a organizar la
edición durante la ola de Omicron y teníamos que ser prudentes con la parte
presencial, pero hacemos una valoración positiva. Estamos satisfechos y hemos
contado con un retorno más cualitativo que cuantitativo, que refleja nuestro
posicionamiento, valores y ADN”, asegura la responsable de la plataforma de
moda impulsada por la Generalitat de Cataluña a través del Consorcio de
Comercio, Artesanía y Moda (CCAM). El proyecto cuenta con 3 millones de euros
de inversión anuales, repartidos entre sus dos ediciones.
Unos resultados favorables
para los que el cambio de fechas ha sido indispensable. “En un principio, la
modificación fue obligada por las condiciones sanitarias. Pero ahora hemos
salido del calendario internacional por voluntad propia”, admite Marta Coca,
reconociendo que el evento se hace “invisible” en los meses de enero y febrero,
ante las dificultades de hacerse con un hueco propio durante la temporada de
grandes semanas de la moda internacionales. “No tenemos que volver a las fechas
de antes, queremos separar la fashion week como notoriedad de marca de la
convocatoria comercial”, asegura la dirigente del proyecto, que celebrará sus
próximas citas en octubre de este año, cuando celebrará su 30 aniversario, y en
abril de 2023. Por su parte, el evento 080 Barcelona Fashion Connect se
celebrará, como en su última edición, de forma separada durante el mes de
marzo.
Un futuro híbrido, más allá del evento tradicional
“Somos una iniciativa pública,
una plataforma modesta a nivel internacional, pero bien posicionada a nivel de
calidad”, presume Marta Coca sobre la evolución de la pasarela, que lleva 2
años trabajando en una estrategia de microsegmentación que “ahora comienza a dar
sus frutos”. Un crecimiento asentado en la premisa de cambiar el paradigma e ir
más allá de colecciones o temporadas, de forma que la 080 Barcelona Fashion se
convierta en un “vehículo de expresión” para posicionar marcas a largo plazo.
“Queremos probar fórmulas y no abandonar todo el camino avanzado desde la
pandemia. Las fashion weeks públicas pueden renovar su mensaje constantemente y
no solo cada ciertos meses”, argumenta la responsable, reconociendo que “no
tiene sentido contar una plataforma que solo hace boosts dos veces al año, sino
que hay que funcionar más bien como un Netflix de la moda accesible”.
Bajo esta mirada 360º, 080
Barcelona Fashion explora el streaming más allá de las fechas del evento como
herramienta “más adaptada a las estrategias de viralización de marca” y se
apoya en el formato digital para experimentar más con la identidad de género,
sin necesidad de enmarcar las colecciones en una fashion week masculina o
femenina. “Hay que adaptar los tiempos de presentación a las necesidades de las
marcas nativas digitales o a aquellas asentadas que necesitan rejuvenecer sus
targets”, comenta la responsable, detallando que no todas las firmas precisan
de presentar sus colecciones dos veces al año.
Sobre la combinación con el
formato presencial de cara al futuro, la directora está dispuesta a probar
nuevas modalidades. “Los creadores tienen morriña de lo físico y los consejeros
delegados adoran lo digital. Habrá que combinar ambas cosas”, admite Marta
Coca, anticipando que la plataforma estudia la posibilidad de proponer una
pasarela física y otra digital al año para responder a todas las estrategias.
Asimismo, defiende la necesidad de reafirmar Barcelona como “capital europea”,
con una propuesta potente de ciudad, fusionando iniciativas de interés de moda,
artesanía, turismo, cultura o gastronomía.
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